Los gatos que «cuidan» el cementerio de Santa Cruz de Mompox
El Cementerio de Santa Cruz de Mompox, una joya arquitectónica que data del siglo XVIII, es un lugar donde la belleza se combina con la mística. Fotos tomadas de redes.
El Cementerio de Santa Cruz de Mompox, una joya arquitectónica que data del siglo XVIII, es un lugar donde la belleza se combina con la mística.

Noticias Colombia

La historia de la relación entre los gatos y el Cementerio de Santa Cruz de Mompox comenzó hace más de dos décadas con el fallecimiento de Alfredo Serrano Rubio, conocido en el pueblo como ‘El Gato’. 

Durante las honras fúnebres, un gato negro hizo su aparición, sorprendiendo a los familiares del difunto. Con el tiempo, este gato se convirtió en una presencia constante alrededor de la tumba de Alfredo.

Pronto, los familiares comenzaron a llevarle comida y agua, lo que atrajo a otros felinos al lugar. 

«Cada vez, son más los gatos que rodean este cementerio»

La población de gatos creció y se reprodujo, lo que llevó a que organismos locales y fundaciones de bienestar animal intervinieran para controlar su población y garantizar su salud.

 Los intentos de adoptar a estos felinos por parte de los habitantes del pueblo a menudo resultaron en que los gatos regresaran al cementerio, donde parecen sentirse en casa.

Los gatos no tienen ningún problema en tomar siestas en las lápidas o, de su manera única, acompañar a las familias que visitan a sus seres queridos fallecidos. 

A pesar de los esfuerzos de algunas personas para abandonar a sus gatos en el cementerio, muchos de estos animales terminan perdidos en las calles de Mompox, buscando su antiguo hogar.

Aquellos que han fallecido suelen encontrar su último descanso en el mismo cementerio, donde reciben oraciones para su viaje al más allá.

En esta tierra, caracterizada por el «realismo mágico», no es sorprendente que existan mitos y leyendas en torno a los gatos en este cementerio.

Se dice que estos felinos son testigos de los pactos de amor de las parejas que visitan el cementerio para jurarse amor eterno, aunque, a veces, esos amores se desvanecen con el tiempo.

Por tanto, aquellos que visitan este hermoso rincón de Colombia pueden experimentar la presencia de estos guardianes místicos, quienes, en su silenciosa manera, siguen protegiendo el lugar donde descansan los que ya murieron.

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