El jueves 17 de noviembre de 2017, los caleños se despertaron con una triste noticia: el edificio del viejo molino Roncallo, un emblema de la historia industrial y cultural de la ciudad, había sido destruido por un incendio
Noticias Cali.
Este antiguo «Molino Roncallo», que lleva más de 90 años de existencia, no solo era un símbolo de la historia industrial de Cali, sino también un referente cultural de la ciudad.
¿Cómo fue que llegó a convertirse en un icono histórico?
En este artículo, nos adentramos en la fascinante historia de este molino y en los cinco hitos que marcaron el desarrollo de la zona, hasta su incendio devastador.
Los Primeros Pasos
Para comprender la importancia del molino Roncayo, debemos retroceder en el tiempo, hasta principios del siglo XX. En el año 1905, ya existía un molino artesanal en la zona, conocido como Molino Cóndor de Oro.
Sin embargo, no sería hasta 1927 cuando el molino que todos conocemos comenzaría a tomar forma. Fue entonces cuando los empresarios Januario Gómez y Octavio Rodallo decidieron invertir en este proyecto.
Ellos compraron el antiguo molino y comenzaron a construir uno nuevo, mucho más grande y moderno para la época, con una estructura de cinco pisos. Además, añadieron una bodega que permitió expandir sus operaciones, consolidándose como un centro de producción crucial para la ciudad de Cali.
Fue el primero de su tipo en la región, y su construcción implicó un avance considerable en términos de infraestructura. La creatividad de sus fundadores no solo se reflejó en el diseño arquitectónico del edificio, sino también en la manera en que lograron solucionar la falta de electricidad en el área.
A pesar de que el servicio eléctrico ya había llegado al centro de la ciudad en 1910, esta zona aún no contaba con electricidad. Para paliar esta carencia, los empresarios instalaron una planta hidroeléctrica junto al río Meléndez, utilizando una rueda de Pelton para generar la energía necesaria.
Esta planta estuvo en funcionamiento durante tres años, hasta que la red eléctrica municipal alcanzó finalmente el sector.
La transición de propiedad
Tras la muerte de los empresarios Gómez y Rodallo, el molino pasó por diversas manos. En 1947, la familia Roncayo, originaria de Barranquilla, adquirió el molino y lo operó hasta 1973.
Fue entonces cuando el edificio pasó a manos de Molinos Titán del Valle, una empresa que mantuvo la operación hasta 1995.
En esos años, el molino se consolidó como un importante centro de producción en la región, llegando a emplear cerca de 40 personas.
Sin embargo, la apertura económica de 1992 afectó gravemente a muchas empresas, incluida Molinos Titán, que no pudo adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.
Esto llevó al cierre de la planta en 1995.
Un patrimonio cultural
En 1993, fue declarado como un bien de interés cultural, cuando aún le quedaban dos años de operación a la empresa. Esta distinción fue un reconocimiento a su valor histórico y arquitectónico, así como a su rol fundamental en la industrialización de la ciudad. La comunidad caleña ya veía en este molino no solo un edificio, sino una parte importante de su identidad cultural.
El Incendio
El trágico final ocurrió en la mañana del 17 de noviembre de 2017, cuando un devastador incendio destruyó el edificio en su totalidad. La noticia de su destrucción conmovió a los caleños, quienes vieron cómo uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad desaparecía en cuestión de horas.
La tristeza se apoderó de quienes recordaban con nostalgia los tiempos en que el molino representaba el progreso y la modernización de Cali.
Aunque el incendio acabó con el inmueble físico, el molino Roncayo sigue vivo en la memoria colectiva de la ciudad. Su historia está marcada por el esfuerzo de muchos empresarios, trabajadores y ciudadanos que lo vieron crecer y convertirse en un ícono de la cultura e historia caleña.
Un desarrollo histórico
La zona donde se encontraba el molino Roncayo, en la actualidad, ha sido testigo de varios hitos históricos que marcaron el desarrollo de la ciudad. En 1921, un avión piloteado por el italiano Ferruccio Wichardi aterrizó en la zona, convirtiéndose en el primer avión en surcar los cielos de Cali.
Además, la llegada del tranvía en 1910 y la construcción del ferrocarril en 1915-1916 son elementos clave para entender el dinamismo comercial e industrial de la región.
Vea : Historia del Hipódromo : Un viaje por la Cali de 1942
A lo largo de los años, este sector también fue sede de la tercera plaza de toros de la ciudad, conocida como Plaza de Toros El Crucero, y más tarde, en la década de 1920, se construiría el segundo hipódromo de Cali, el Hipódromo de Loncha. Estos hitos demuestran cómo la zona se fue transformando en un centro neurálgico de la ciudad.
El legado de un Símbolo
No solo era un edificio de cinco pisos; era el símbolo de una época de crecimiento, trabajo y esfuerzo. A pesar de su destrucción, su memoria perdura entre los caleños, quienes recuerdan con cariño lo que representó para la ciudad.
Hoy, el este emblemático edificio sigue siendo parte de las historias que los caleños cuentan a las nuevas generaciones, recordando cómo, durante casi un siglo, fue testigo del desarrollo de una ciudad pujante y vibrante.