Profesora, activista y defensora de los más vulnerables. En el Valle del Cauca lloran su partida.
Noticias Cali.
La noticia del fallecimiento de Andrea María Rizo Peñafort ha dejado una profunda tristeza en la comunidad académica, animalista y en todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla.
Profesora, activista y amiga, su vida estuvo marcada por el compromiso con la educación y la defensa de los más vulnerables, humanos y animales por igual.
En redes sociales, los mensajes de quienes la conocieron son testimonio de la huella imborrable que dejó.
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Estudiantes, colegas, amigos y seguidores agradecidos recuerdan no solo sus enseñanzas en el aula, sino también su calidad humana, su fe y su apoyo incondicional en los momentos difíciles.
«Me abrazaste, oraste por mí y me diste una medalla de San Benito como símbolo de protección«, recuerda uno de sus alumnos, quien confiesa que desde entonces lleva el símbolo tatuado en su piel y en su corazón.
El mundo animalista también está de luto. Andrea no solo rescataba perros y gatos en situación de calle, sino que también promovía iniciativas para su protección y bienestar.
Vuela alto, @RizoAndreita
— Darschan Ocampo 🇨🇴 (@DarschanOcampo) March 19, 2025
Una mujer con un corazón de oro, siempre entregada al bienestar de los animales. Tu amor y dedicación dejaron huella. Que tu luz siga brillando en cada vida que salvaste. pic.twitter.com/GYb0VvVNQU
«Nos ayudó a salvar más de 80 gatos en la Universidad Autónoma de Occidente«, recuerda un activista, resaltando su incansable lucha por los animales desamparados.
En cada testimonio se refleja su entrega absoluta. «Si ingresas a este mundo, nunca saldrás porque te sentirás comprometida hasta el último día«, le dijo una vez a una amiga activista.
Y así fue: Andrea nunca dejó de ayudar, de luchar y de dar amor a quienes más lo necesitaban.
Hoy, Cali y el Valle lloran su partida, pero su legado sigue vivo en cada estudiante que formó, en cada vida que salvó y en cada corazón que tocó. Que su recuerdo nos inspire a continuar con su obra, con la misma pasión y entrega que ella demostró hasta el final.
Descansa en paz, Andrea. Tu luz seguirá brillando.
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