"Ocurre que detrás de las ya famosas mochilas wayús, quienes las tejen y sus familias son víctimas de una vieja y cruel enfermedad: el hambre", indica en el texto. Fotos: Revista Cambio/Opanoticias

La dura columna de opinión del periodista Daniel Samper Pizano, a la realidad que vive la gente de La Guajira. «Los niños mueren de desnutrición», se lee.

Noticias Caribe.

«Mientras el país debate sobre metros subterráneos, trenes elevados y aviones de guerra, en La Guajira los niños aborígenes mueren de desnutrición», es la denuncia que este domingo hace la revista Cambio.

Reza la columna de opinión del periodista Daniel Samper, la dura crítica a la «Colombia inhumana» que se deja ver en ese departamento del caribe colombiano y frontera con Venezuela.

Daniel Samper Pizano es considerado el padre del periodismo de investigación colombiano.

«Ocurre que detrás de las ya famosas mochilas wayús, quienes las tejen y sus familias son víctimas de una vieja y cruel enfermedad: el hambre», indica en el texto.

El columnista se refiere a los problemas alimentarios que han perseguido por años a esta población del país, una Colombia olvida por el Estado que a duras penas sobrevive entre entre mochilas.

Ese accesorio que artistas, incluso políticos han alardeado como objeto de distinción y cultura colombiana, pero que tiene un trasfondo triste y desgarrador.

«Sus coloridos diseños dan la vuelta al mundo y despiertan la admiración de glamurosas revistas y desfiles de moda», señala la columna de opinión.

Derechos básicos que para los guajiros son casi nulos. Sin embargo, en la misma región otros gozan de grandes riquezas explotando por ejemplo, el gas y el carbón.

Un ícono de la cultura en La Guajira que otros venden entre 350 mil y más de 2 millones de pesos, pero que las tejedoras no perciben.

Hay otros problemas más potentes en esta región. Por ejemplo, el hambre, la sed, la pobreza, la educación, la salud. Derechos humanos básicos para cualquier citadino.

Cada año mueren cientos de niños en La Guajira por desnutrición. FOTO. OPANOTICIAS.

Pero que para los guajiros es casi nulo. Sin embargo, en la misma región otros gozan de grandes riquezas explotando por ejemplo, el gas y el carbón.

En la columna también se narra como hace cien años o más, antes de que esa población fuera denominada wayús:

  • Pescaban perlas en el mar.
  • Conseguían dosis suficientes de agua en unos pocos ríos y quebradas.
  • Recogían y permutaban sal.
  • Criaban chivos y cuidaban algunas plantas.

En la actualidad, la tierra está reseca y son pocos los cultivos que se pueden sembrar.

A demás de otros factores porque el «agua ha desaparecido casi por completo. A causa de «desvío de corrientes y represas inútiles.»

La Guajira también es cuna del vallenato, grandes artistas y muchos minerales.

Problemáticas que cada año dejan niños fallecidos por desnutrición a causa del hambre.

«Que apesar de las mochilas, los minerales e incluso la música vallenata no se ha podido controlar durante años», lamenta Samper Pizano.

Y «los niños wayús siguen muriendo de hambre, esa enfermedad vieja y cruel pero perfectamente curable.»

Le puede interesar:

La ‘miseria’ de la política: en una invasión la publicidad de candidatos a Cámara y Senado en Uribia, La Guajira

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí