Juan Fernando Hermosa. Foto: @jaironmoran

Cometió su primer crimen a los 15 años.

Noticias Internacionales.

La muerte de Juan Fernando Hermosa aun continúa siendo un misterio. El joven ecuatoriano fue asesinado cuando recién cumplió los 20 años de edad.

De nacionalidad ecuatoriana, Hermosa, fue adoptado por una familia de Quito y en el transcurrir de su adolescencia formó una pandilla que cometía varios delitos en negocios como bares, discotecas y videojuegos en su barrio Puente del Guambra.

Poco tiempo después y en las mismas andanzas, Juan Fernando sería conocido en todo el Ecuador como ‘El Niño del Terror’, ya que a sus 15 años de edad cometió su primer crimen y poco a poco fueron llegando más casos en donde su nombre aparecía en los titulares de los periódicos más importantes del vecino país.

El día de los hechos, un 22 de noviembre de 1991, Hermosa tomó un taxi en un sector de sitios nocturnos de la ciudad de Quito y bajo engaños le quitó la vida al conductor. Le disparó en la cabeza con un revólver 9 milímetros.

El cuerpo del chofer de servicio público fue arrojado a un paraje y más tarde encontrado por las autoridades competentes. Fue un crimen que horrorizó a toda una nación.

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Una semana después de este escabroso hallazgo, la próxima víctima de Hermosa fue el peluquero que le cortaba el cabello muy a menudo, un hombre perteneciente a al comunidad LGTBI.

Juan Fernando llegó al establecimiento de «Charlie» con varios amigos que ingerían licor mientras este se cortaba el cabello. En el sitio se originó una fuerte discusión y Hermosa acabó con la vida de su barbero de cinco disparos.

Luego de este hecho, otros 15 crímenes cuya autoría se le atribuye a Hermosa fueron sumando en su historial delictivo. En ese momento, el adolescente apenas tenía 15 años de edad, un dato que llamaba poderosamente la atención de las autoridades y de la comunidad.

Es por esto que se planeó todo un operativo para dar con su captura y fue allí cuando uno de los integrantes de su pandilla se ofreció a colaborarles a las autoridades.

El 9 de enero de 1992 se puso en marcha este operativo de captura en la residencia de Hermosa. Al llegar un comando de la Policía, estos fueron recibidos a bala por parte del adolescente. Hubo un intercambio de disparos y la madre del adolescente recibió un proyectil que acabó con su vida.

Finalmente, Hermosa fue captura y enviado a una prisión de jóvenes a donde pagaría cuatro años de condena. En varios testimonios aseguró que su intención nunca fue quitarle la vida a sus víctimas sino que estas «actuaban de forma violenta en su contra».

«Un taxista intentó golpearme con una llave de ruedas, por lo que también me vi obligado a disparar», relató en aquel entonces.

Pasaron dos años y Juan Fernando logró escapar del centro de reclusión para menores y fue a parar a Bogotá , Colombia, huyendo de la justicia ecuatoriana.

En la capital colombiana seguía delinquiendo, robando joyas y otros accesorios a transeúntes. Sobre él existía una circular de búsqueda y muy pronto las autoridades colombianas lograron identificarlo.

Fue llevado de vuelta a prisión en su país hasta que en 1996 recobró su libertad.

Su muerte llegó cuando estaba próximo a cumplir 20 años de edad. Su cuerpo fue hallado sin vida en el río Aguarico, cerca a Nueva Loja, Ecuador.

El rostro de Hermosa era casi que imposible de identificar ya que estaba desfigurado por los golpes y tortura a la cual fue sometido. Solo se logró establecer su identidad por los documentos que portaba en aquel entonces.

Aun se desconoce quiénes le quitaron la vida y por qué motivos. La hipótesis que surgió en su momento es que se trató de un ajuste de cuentas.

Foto de portada: @jairomoran

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