Foto: Facebook Alana Boone / Jam Press

Después del procedimiento, empezó a sentir un fuerte dolor y, transcurrido un tiempo, recibió la devastadora noticia de que sus dientes debían ser retirados.


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La sonrisa es una expresión que refleja alegría y felicidad, y muchas personas se esfuerzan por cuidar su dentadura, incluso sometiéndose a procedimientos dentales para mejorar su aspecto y perder el temor a sonreír. Sin embargo, no siempre los resultados son los esperados, como lo demuestra la reciente historia de Alana Boone, una mujer de 26 años originaria de Bélgica que vivió una amarga experiencia tras un tratamiento dental en Turquía.

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En enero de 2021, Alana decidió buscar alternativas más económicas para la colocación de coronas dentales, ya que los precios en su país eran demasiado costosos . Fue animada por una amiga de su madre a acudir a una clínica dental en Turquía, donde le ofrecieron un tratamiento completo por aproximadamente 6.720 euros, incluidos los costos de hospedaje y transporte. Lo que debía ser una mejora en su sonrisa rápidamente se convirtió en una pesadilla.

Desde el primer día del tratamiento, Alana sintió intensos dolores. En una entrevista con The Mirror, comentó: “Mis dientes deberían ser desvitalizados (eliminación de pulpa dental enferma). Días después, me colocaron las coronas permanentes, pero grité y grité porque me dolía mucho”. A pesar del sufrimiento, continuó con el procedimiento, confiando en que todo saldría bien.

Buscó ayuda en su país con un profesional, quien le dio una noticia devastadora

Al regresar a Bélgica, los dolores persistieron y Alana tuvo que visitar nuevamente la clínica en Turquía, pero los problemas no se resolvieron. Desesperada, decidió buscar atención de un profesional en su país. En su primera consulta, recibió la devastadora noticia: la cirugía había fracasado y necesitaría la extracción de todos sus dientes. Para colmo, el nuevo tratamiento costaría más del triple del precio original.

Desde abril de 2024, Alana se encuentra sin dientes y se está a la espera de recibir implantes. “Espero que la gente vea mi historia como una advertencia porque, lamentablemente, no la tuve”, lamentó. Su experiencia resalta la importancia de investigar y considerar los riesgos de tratamientos dentales en el extranjero, donde las ofertas tentadoras pueden ocultar peligros potenciales.

La historia de Alana Boone es un recordatorio de que la búsqueda de una sonrisa perfecta puede tener un costo mucho más alto de lo que se imagina. Ahora la mujer se muestra impactada emocionalmente, sin poder reír en público y comer debido a la falta de sus dientes.

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