La ciudad de Cali es conocida por la salsa, pero más allá de sus icónicas canciones y también bailarines, de los que sus ciudadanos están orgullosos. La capital del Valle también ofrece una ruta turística exquisita gastronomía, destinos ocultos que pocos conocen de rumba y naturaleza.
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Cali se puede explorar en medio de una travesía llena de sabores, ritmo y naturaleza. Aunque los turistas llegan a la capital del Valle preguntando por la salsa; la gastronomía también es parte esencial de la capital del Valle y ofrece una variada ruta turística.
Sus sabores fusionan la tradición colombiana con influencias indígenas y afro, en ese sentido, en el corazón de Cali se destacan platos como: la fritanga (aborrajados, empanadas, papa rellena y sus famosas marranitas); pero también está el sancocho y los tamales que son bastante populares en las galerías de la ciudad.
Sin embargo, la experiencia gastronómica no se limita a los platos más tradicionales, sino también a la ruta culinaria que ofrecen sectores como Granada, El Peñón y San Antonio, donde se encuentran innovadoras propuestas.
De otro lado, la rumba es conocida y habitual en Cali, no es gratis que la llamen ‘La capital mundial de la salsa’, es así que se encuentra una variedad de propuestas para todo tipo de público. Está el sector de Menga, el barrio Obrero y hasta Juanchito, aunque este último ha perdido popularidad en los últimos años, hay sitios que aún conservan la tradición rumbera que hace décadas fue tan famosa.
Igualmente, eventos como ‘El Festival Mundial de la Salsa’ y La Feria de Cali, son propicios para sumergirse en la tradicional rumba caleña.
Sin embargo, no todo es rumba y gastronomía en Cali, pues más allá del bullicio de la ciudad, la capital del Valle también es naturaleza. Con responsabilidad y en compañía de un guía experto, se puede visitar el Parque Nacional Natural Farallones, ahí se puede disfrutar de rutas de senderismo, variedad de flora y fauna, y majestuosas cascadas que están en estas imponentes montañas.
Contiguo a este espectacular paisaje, también está el río Pance, al que se puede acudir para pasar un día agradable junto con la familia o los amigos.
En resumen, Cali va más allá de ser la ciudad de la salsa. Cali es desde los sabores que deleitan el paladar hasta la rumba que hace latir el corazón, la naturaleza que asombra y los destinos ocultos que aguardan descubrimiento.
