Fotografía aérea de El Morro, sitio emblemático de la ciudad de Popayán. Foto: El_Monoceja.

Un hallazgo arqueológico monumental ignorado y su paradójico destino.

Noticias Popayán.

En la ciudad de Popayán, Colombia, se encuentra el Morro de Tulcán, un montículo que durante siglos se creyó una simple elevación natural. Sin embargo, su verdadera historia salió a la luz en 1957, cuando un derrumbe casual reveló que no era un cerro, sino una pirámide monumental construida por los indígenas uvenenses hace más de 2.000 años.

Paradójicamente, en su cúspide se había instalado en 1940 una estatua de Sebastián de Belalcázar, el conquistador español acusado de liderar masacres contra las poblaciones originarias de la región.

Una obra monumental enterrada por la historia

El hallazgo del Instituto Ecológico de la Universidad del Cauca reveló que la estructura, construida con bloques de adobe y relleno de tierra, formaba parte de un complejo ceremonial indígena del Período Formativo Tardío, alrededor del 400 a.C.

En su interior se encontraron 14 tumbas y evidencia de técnicas de construcción avanzadas, como el uso de tapas de tierra para proteger las cámaras funerarias.

A pesar de su importancia arqueológica, el sitio fue alterado significativamente en 1937 cuando se construyó una carretera de circunvalación en la zona, lo que causó la destrucción parcial de la estructura.

Tres años después, la cúspide fue nivelada para instalar la estatua de Belalcázar, un acto que hoy se percibe como una profunda ironía histórica: la figura de un conquistador erigida sobre el legado de una civilización que contribuyó al desarrollo cultural de la región.

La caída de la estatua y la reivindicación del pasado

Durante el Paro Nacional de 2021, manifestantes de comunidades indígenas derribaron la estatua de Belalcázar en un acto de protesta contra el colonialismo y la violencia histórica.

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La pirámide, que mide aproximadamente 50 metros de altura en su cara norte y se encuentra entre las diez más grandes del mundo antiguo por volumen, sigue en pie como testimonio de una civilización que construyó con sofisticación y simbolismo.

Hoy, investigadores y comunidades indígenas buscan su conservación y el reconocimiento de su importancia histórica.

Historia del derribamiento de la estatua de Sebastián de Belalcázar en el Morro de Tulcán

  1. En 1937, durante la construcción de una carretera de circunvalación en Popayán, se desmontó parte del Morro de Tulcán, destruyendo una sección de la estructura sin conocimiento de su valor arqueológico.
  2. En 1940, se niveló la cúspide del morro para construir una plataforma destinada a sostener la estatua de Sebastián de Belalcázar, quien fundó Popayán en 1537 y participó en la conquista de varias regiones indígenas.
  3. En 1957, un pequeño derrumbe reveló que el morro no era una formación natural, sino una pirámide prehispánica. Investigadores confirmaron que fue construida con adobe y tierra, siguiendo técnicas avanzadas.
  4. A pesar de su relevancia arqueológica, la estatua de Belalcázar permaneció en la cúspide del sitio durante décadas, generando críticas sobre la falta de reconocimiento a los pueblos originarios.
  5. Durante el Paro Nacional de 2021, manifestantes indígenas derribaron la estatua en un acto simbólico de resistencia y reivindicación de la memoria histórica.
  6. Actualmente, se debate el futuro del sitio arqueológico, con propuestas para su restauración y su reconocimiento como un patrimonio histórico fundamental de Colombia.
La profe Joha en TikTok cuenta un poco de la historia:
@laprofejoha_ La Pirámide del Tulcán en Popayán. #fypシ゚ #parati #colombia🇨🇴 #contenido #historia #colombia #popayan #sebastiandebelalcazar #piramides #mundoantiguo ♬ sonido original – La profe Joha

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