Alejandro Char, alcalde de Barranquilla.
Alejandro Char, alcalde de Barranquilla.

El alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, aseguró que esta medida se toma con el propósito de proteger a los niños, niñas y adolescentes de la ciudad.

Noticias Caribe.

Barranquilla, conocida por su cultura vibrante y su energía contagiosa, se encuentra en el centro de una transformación crucial para preservar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos. El alcalde Alejandro Char ha dado un paso audaz al firmar un decreto que prohíbe y restringe el porte, consumo, distribución y comercialización de sustancias psicoactivas, incluida la dosis personal, así como el consumo de bebidas alcohólicas y/o embriagantes en espacios públicos.

Este decreto, según Alejandro Char, abarca zonas estratégicas, como lugares cercanos a colegios, jardines, universidades, plazas y parques en toda la jurisdicción de Barranquilla.

La decisión de Alejanro Char de prohibir estas actividades en espacios públicos responde directamente a la creciente preocupación por la seguridad ciudadana en Barranquilla.

La presencia de personas consumiendo sustancias psicoactivas y alcohol en lugares de uso común ha sido un desafío constante para las autoridades locales y ha impactado la percepción de seguridad de los residentes. El alcalde Char, al firmar este decreto, busca abordar este problema de manera efectiva, marcando un hito en la lucha contra el crimen y la inseguridad.

«Buscamos salvaguardar la vida de la niñez y juventud barranquillera alejándolos de las drogas y sustancias alucinógenas, además del peligro que esto conlleva. De la mano de este decreto seguiremos trabajando en la generación de más oportunidades para evitar que la juventud barranquillera sea tentada por el mundo de las drogas», aseguró en X.

Más sobre la restricción

El decreto no solo prohíbe estas actividades en espacios públicos, sino que también establece restricciones en áreas sensibles como cercanías a colegios, jardines, universidades, plazas y parques.

Este enfoque estratégico pretende salvaguardar entornos educativos y recreativos, asegurando que los lugares destinados al aprendizaje y al esparcimiento estén libres de la influencia negativa de estas sustancias.

La implementación de estas restricciones no solo tiene como objetivo abordar los problemas de seguridad, sino que también busca mejorar la calidad de vida de los habitantes de Barranquilla. Al reducir la presencia de sustancias psicoactivas y alcohol en lugares públicos, se espera que la comunidad experimente un ambiente más seguro, limpio y propicio para el desarrollo personal y colectivo.

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