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Punta talón, patineta y los pasos básicos, con eso iniciaron Francis, bailarín y Jinouk, bailador, y en un concurso lograron quedar de octavos.
Noticias Cali.

Hace 10 meses vive en la capital del Valle del Cauca, y la salsa para él, es un motivo de alegría, además, porque acá puede comer frutas y verduras que en su país o son muy caras o no las hay.

Un bailarín y un bailador, caleño y coreano, se conocieron por redes sociales y desde Asia Jinouk Kang finalmente decidió viajar al otro lado del mundo porque ‘tirar paso’ requería ir más allá de las clases virtuales, porque la salsa requiere del ritmo y el sabor que solo da esta tierra vallecaucana.

«Yo de Colombia conocía café y Jamés Rodríguez», dijo.

Su país, conocido por sus avances tecnológicos, su apertura al mundo, el ejemplo en el manejo de la pandemia de la COVID-19 y también su tristemente famosa frontera con Corea del Norte, poco saben de uno de los ritmos caribeños mundialmente conocido.

Ahora, han pasado 10 meses desde su llegada al Valle del Cauca y Kang, ha participado hasta en concursos de baile de salsa. Y no le ha ido mal.

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Un vídeo en redes los viralizó, y es que un coreano bailando como caleño de pura cepa, sorpendió.

Punta talón, patineta y los pasos básicos, con eso iniciaron y en un concurso lograron quedar de octavos.

El sancocho, patacón, «en Corea las frutas son muy muy caras» y hay muchas que no conocía porque no existen en su país.

Maracuyá, Lulo, Papaya, Plátano algunas de las delicias que hoy disfruta, «cuando quiero».

El coreano que se disfruta Cali y ya hasta participa en concurso, junto a su instructor Francis.

Allá, «tampoco conocen mucho la salsa».

Sus ganas de aprender a bailar contrastan con la riqueza de su ciudad, Busan, el puerto de Corea del Sur famoso por sus playas, montañas y templos. Él, ama su tierra, pero ha descubierto maravillas colombianas.

Un baile en Instagram

Vio a su hoy amigo Francis Díaz en un vídeo en Instagram y le gustó el ritmo, la magia de la salsa con todos sus pasos y quiso hacerla parte de su vida.

Y bueno…tenía el ritmo, tanto que según su instructor: «Es de mis mejores alumnos, él se ha esforzado mucho por aprende». 

El anuncio de un instituto coreano en Cali que requería un profesor nativo, fue la oportunidad hace un año para viajar a Colombia.

Ahora, en su agenda está «perfeccionar» su técnica de baile, no solo salsa: bachata, chachachá, y otros ritmos. Además, porque ya está terminando la fase de bailador solo a hacerlo en parejas.

Por ahora, sus amigos, familiares y conocidos en Corea del Sur, lo ven ‘tirar paso’ como si fuera todo un caleño.

Así habló Jinouk con Wilson Barco.

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