La guerra del presidente Nayib Bukele contra las pandillas en El Salvador, incluye «destruir sus símbolos» hasta en los cementerios, sitios de encuentro, zonas que tenían tomadas, borrar grafitis.
Noticias internacionales.
La guerra del presidente Nayib Bukele contra las pandillas en El Salvador sigue, entre ellos contra los Mara y Barrio 18 (de las más peligrosas y grandes del país), poniéndoles restricciones y durísimos controles en las cárceles, y en las calles, ahora, está «limpiando los cementerios» del país.
A pesar de las críticas, el mandatario salvadoreño, autorizó destruir placas y elementos de tumbas donde haya iniciales y figuras relacionadas con las pandillas.
«Destruir a las pandillas que estaban tan enraizadas en la sociedad salvadoreña, no es un trabajo fácil; de hecho, siempre se creyó que era imposible. Lograrlo requiere de muchas acciones simultáneas. Una de ellas es destruir sus símbolos, su sentido de pertenencia, su memoria», escribió Bukele en Twitter.
El gobierno salvadoreño desplegó grupos en cementerios del país para cumplir con la tarea.
Y el mismo presidente dijo que quienes están cumpliendo esa labor de «borrar esa memoria», son expandilleros y presos «resarciendo un poco del daño que le hicieron a la sociedad».
Destruir a las pandillas que estaban tan enraizadas en la sociedad salvadoreña, no es un trabajo fácil; de hecho, siempre se creyó que era imposible.
Lograrlo requiere de muchas acciones simultáneas.
Una de ellas es destruir sus símbolos, su sentido de pertenencia, su memoria. pic.twitter.com/u5WXTxn0e3
— Nayib Bukele (@nayibbukele) November 7, 2022
Estos grupos de pandillas, que azotan no solo los barrios más empobrecidos, sino a todo el país, extorsionan, asesinan, cometen abusos sexuales.
Todo un prontuario que Bukele le recuerda a quienes «defienden a estos ‘angelitos’».
Crisis política
La ‘pelea’ de Nayib Bukele contra los «pandilleros asesinos» como los llama, ha trascendido fronteras, la CIDH le reclamó por los operativos en las cárceles y en las calles, señalando que se están violando derechos humanos, sus opositores también lo llaman dictador por estas medidas.
Ha criticado la posición de organismos internacionales, entre otros, la OEA y la misma ONU.
El presidente ha respondido: «¿Saben cuántos países han decidido ayudarnos en la guerra contra las pandillas? Exactamente: NINGUNO. No vengan después a querernos decir que es lo que debimos haber hecho o dejar de hacer, cuando en el momento que pudimos haberlos necesitado, nos dejaron solos».
Para el mandatario de El Salvador, su gobierno está enfrentando el problema solo, aunque cuando se presume que varias pandillas tienen en sus filas a cientos de extranjeros de países vecinos.
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