Se dio cuenta que la fecha, hora y apellidos no coincidían, pero «no confié en mi instinto» y la tumbaron. Cuando reclamó le respondieron «no entiendo de qué me hablas», se quedó sin celular, sin plata y la estafaron.

Noticias Bogotá.

Las ventas a través de redes sociales se han convertido en una gran oportunidad de negocios para aquellos comerciantes, emprendedores o personas en general que buscan comercializar sus productos o generar recursos adicionales. Sin embargo muchos delincuentes aprovechan ello para cometer hurtos o estafar a la gente.

Uno de estos casos fue justamente revelado a través de redes sociales por parte de una víctima.

La joven contó a través de un hilo de Twitter lo que le había sucedido.

«¡Me estafaron!»

La joven (@Agneees14 en Twitter) inició la historia manifestado que «ya un poco más tranquila vengo a contarles cómo caí en una modalidad de estafa muy común y que a cualquiera le puede pasar».

Dijo que todo había empezado cuando a través de varias plataformas realizó la publicó en donde indicaba estaba vendiendo su celular.

Precisó que uno de esas redes «fue Marketplace (era la segunda vez que vendía algo ahí así que me pareció confiable)» y luego de hacerlo, «me escribió un tipo supuestamente llamado Khevin a sacarme info hasta llevarme a WhatsApp».

Natalia, como se llama la víctima, expresó que el sujeto le sacó toda la información «que pudo y yo sana».

Creyó que lo único que pensaba era que él «quería estar seguro de que yo no me lo había robado». Además dijo ser policía y que estaba de servicio.

«Me ganó la necesidad»

Ante la distancia que los separaba y la complejidad que significaba para ella movilizarse al lugar en el que el supuesto comprador estaba, éste le propuso enviar un mensajero.

  • «Se ofrece a mandar un mensajero, una voz dentro de mí recordó una estafa similar que leyó por acá pero me ganó la necesidad así que seguí adelante».
  • «Le envié los comprobantes de que estaba al día con el celular, y él comenzó a insistir que eliminara la publicación de la venta».
Él le pidió comprobantes de pago del celular y confirmó ella estaba a paz y salvo.

Natalia agregó que todo se había ido a la mie$%& y ella aún no lo sabía.

  • «Le envié el certificado de mi cuenta y los datos para que lo mandara a recoger y casualmente a las 4 pm llamé al banco para otro trámite y me dijeron que mi clave acababa de ser bloqueada por intentos fallidos pero yo».
Natalia agregó que todo se había ido a la mie$%& cuando le envió la certificación bancario, pero ella aún no lo sabía.

Procedieron a realizar el supuesto pago

Cuando llegó el momento del pago todo empeoró, «le pregunté cómo procedíamos con el pago» y le respondió que cuando el mensajero llegara y él estuvieras seguro de ello, le pagaría, «por su seguridad», le manifestó el sujeto.

  • «Cuando el mensajero llega le mando una foto y le digo que estoy con él, y me manda la foto del supuesto pago».
  • «Como dicen, casa de herrero azadón de palo, yo que sé de tipos me di cuenta que la de la fecha y hora no era igual al resto, mi apellido estaba mal escrito pero puta, no confié en mi instinto».

«Cuando traté de entrar a verificar el pago ¿adivinen?… Exacto estaba bloqueada la sucursal virtual, y por la línea no podían ayudarme tampoco y mientras yo trataba de averiguar qué pasaba, el tipo me estallaba el teléfono a llamadas y mensajes, obvio», mencionó.
Recalcó en que pese todo lo que estaba ocurriendo, ella seguía confiando.
  • «Al final un pedacito de mi seguía confiando, le pedí datos al tipo y le explicaba las cosas al tipo con una bondad que me asombro».

Le envió supuesta identificación de Policía y una dirección, «yo entregué el celular entre los nervios de él llamando el mensajero esperando con cara de tote».

Resaltó que fueron «muchas cosas en menos de 10 minutos y bueno, mi cuenta fue desbloqueada el día sábado y claramente no había dinero». Le envié un mensaje reclamando al hombre y su respuesta fue bastante llamativa.

«Mira, no entiendo…», le respondió.
La joven concluyó:
  • «Jamás pensé que algo así pudiera pasarme porque reviso todo minuciosamente pero esta vez me ganó el afán del dinero por una emergencia familiar, pero me quedé sin el celular y sin el dinero porque la gente tiene podrido el corazón».

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