Producción de café, lácteos y huevos con el compromiso y sello de los estudiantes.
Noticias Valle.
En el corregimiento de Bitaco, municipio de La Cumbre (Valle del Cauca), una institución educativa pública está revolucionando la manera de enseñar al combinar el conocimiento académico con el desarrollo agrícola y la productividad rural.
El colegio La Libertad no solo forma estudiantes, también cultiva café, produce leche, transforma derivados lácteos y cría gallinas ponedoras. Se trata de una apuesta educativa que trasciende las aulas y conecta a los jóvenes con el campo, la sostenibilidad y el emprendimiento desde temprana edad.
“En nuestra institución educativa producimos café, pero no es cualquier café, es un café que cuenta con las bondades climáticas y ambientales que brinda nuestro territorio. Nuestro colegio produce y comercializa aproximadamente una tonelada de café origen al año”, explicó Daniela Romo, estudiante de la I.E. La Libertad.



Educación y campo: una alianza poderosa
Lejos de ser un proyecto aislado, esta institución ha convertido su propuesta en un modelo de desarrollo rural. Además del café, el colegio La Libertad produce más de 15.000 litros de leche al año, una cifra que sorprende al tratarse de un plantel educativo.
“Una parte de esta se vende a los empresarios de la región, la otra se transforma en quesos especiales, yogur natural con sabor a café y guanábana”, agregó José Antonio Homen, también estudiante.
Y la producción no se detiene ahí. La institución cuenta con un proyecto avícola que genera más de 4.200 paneles de huevos al año, completando así un modelo integral de agroempresa escolar que impacta directamente en la economía local.
Asociación de futuros agricultores
Esta experiencia educativa ha sido posible gracias a la creación de la Asociación de Futuros Agricultores, una iniciativa liderada por los mismos estudiantes, que permite organizar y comercializar de forma conjunta los productos.
“Nuestro colegio, nuestro mayor orgullo y una gran empresa ha sido posible gracias a nuestra Asociación de Futuros Agricultores, que nos permite asociarnos para comercializar todas las bendiciones que producimos”, destacan con orgullo desde la institución.
El colegio La Libertad demuestra que es posible integrar la formación académica con el trabajo en el campo, abriendo oportunidades reales para los jóvenes del sector rural. Su experiencia se suma a la de otras instituciones en el Valle del Cauca que también están apostando por la educación productiva, ya sea con cultivos de aguacate o proyectos de reutilización de residuos.
Este modelo educativo no solo forma ciudadanos, sino también emprendedores rurales, comprometidos con su entorno y con la transformación de sus comunidades.
También puedes leer: