La pérdida de los Juegos Panamericanos 2027, que se iban a realizar en Barranquilla en 2027, le habrían pasado factura a Astrid Rodríguez, exjefa de esa cartera del Gobierno.
Noticias Colombia.
Lo que algunos sectores políticos presionaban intensamente y muchos ciudadanos indignados pedían a gritos por la presunta negligencia del Gobierno para desembolsar 8 millones de dólares a Panam Sports se dio. La ministra del Deporte, Astrid Rodríguez, presentó este jueves 15 de febrero su carta de renuncia a esa dependencia del Gobierno dejando un sin sabor en los colombianos por su desempeño durante el tiempo en el que estuvo en el cargo.
Aunque Rodriguez decidió dar un paso al costado, en una misiva dirigida al presidente Gustavo Petro no dio detalles de la determinación tomada; sin embargo, no es un secreto a voces que la pérdida de las justas deportivas habría sido el detonante de su salida del ministerio encargado de coordinar y ejecutar proyectos para los deportistas colombianos.
«Quiero expresar mi más sincero agradecimiento por la oportunidad que usted me brindó, no solo a mí como persona, sino al gremio de los maestros y de los educadores físicos, sin su visión, no hubiese sido nunca posible que profesionales de esta rama ocupáramos tan distinguida posición», se lee en un extenso comunicado dado a conocer sobre el mediodía.
Cuánto dejó de percibir Colombia por la fallida organización de los Juegos Panamericanos
Según cuentas de Ciro Solano, presidente del Comité Olímpico Colombiano (COC) «lo único en peligro son los 2 millones de dólares por derechos y 25 mil dólares por concepto de candidatura. Según el contrato, ese dinero se perdería».
Sumado a ese dato negativo para las finanzas del país, las ganancias que Barranquilla dejará de percibir por cuenta de la pérdida de la sede de los Juegos Panamericanos rondarían los 150 mil millones de pesos, los cuales se iban a ver reflejados por la ocupación hotelera, el comercio y el turismo en una ciudad que cada día está siendo más visitada por foráneos.
Sin duda alguna, estos dinero echados a la basura terminaron por pasarle factura a la exministra, que con su pobre gestión pasó sin pena ni gloria por Mindeporte, una dependencia que primeramente fue ocupada por María Isabel Urrutia, medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000.
