Su llegada ha transformado la experiencia cultural, convirtiéndolo en un miembro entrañable de la comunidad bibliotecaria.
Noticias Valle.
La Biblioteca Departamental ‘Jorge Garcés Borrero’ ha incorporado un nuevo miembro que ha revolucionado la experiencia de sus visitantes: ‘Leo’, un perrito adoptado que ha conquistado los corazones de todos quienes llegan al espacio cultural.
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Desde su llegada, Leo ha logrado establecer una conexión especial con los usuarios, especialmente con los niños, convirtiéndose en un integrante fundamental de la familia vallecaucana.
El director de la Biblioteca Departamental, Fernando Tamayo, destacó que ‘Leo’ fue adoptado de una asociación protectora de animales a solicitud de los funcionarios de la biblioteca.
«Este hermoso perro, llamado Leo el Bibliotecario, se ha integrado oficialmente como el ‘perro bibliotecario’. Es un compañero para todos nosotros y para los visitantes, y queremos que, poco a poco, este espacio se convierta en una ‘biblioteca interespecies’», afirmó Tamayo.
La llegada deL canino ha generado un ambiente más relajado y cercano, promoviendo una experiencia más amena y divertida para todos los asistentes.
La presencia de ‘Leo’ ha sido especialmente bien recibida por los más jóvenes. Sofía Gómez, estudiante del Colegio Encuentro, expresó su entusiasmo: «Es una idea maravillosa, ya que las bibliotecas normalmente no permiten animales. Me sorprendió gratamente encontrarme con Leo aquí. Tener una mascota en la biblioteca es algo motivador, y ahora, me siento más inclinada a visitar este espacio con más frecuencia».
Por su parte, Juan José Rubio, también estudiante del mismo colegio, comentó: «Leo es una ternura. Tener un perro en la biblioteca es una excelente idea; nos permite distraernos y hace que el tiempo aquí sea más ameno. Definitivamente les contaré a mis amigos para que no se lo pierdan».
‘Leo’: un miembro querido de la comunidad
La llegada de Leo ha tenido un impacto positivo en la rutina diaria de la biblioteca. Jorge Luis Rodríguez, responsable de la gestión financiera de la Biblioteca Departamental, destacó que Leo se ha convertido en una especie de «pedacito de hogar» en el espacio de trabajo.
«A menudo pasamos más tiempo en la biblioteca que en casa, por lo que tenerlo aquí hace el día más agradable y ayuda a crear un ambiente más relajado y ameno», explicó Rodríguez.
La presencia de Leo ha transformado la dinámica de la biblioteca, uniendo a la comunidad y motivando tanto a niños como adultos a participar en las actividades culturales y educativas que se realizan en este espacio.
Su papel va más allá de ser una simple mascota; su llegada fomenta el amor por los animales, el respeto por la adopción responsable y el desarrollo de habilidades sociales entre los visitantes y el personal.
