Conozca las manifestaciones iniciales y los signos de alarma que pueden salvar vidas.
Noticias Colombia.
Colombia enfrenta un nuevo brote de fiebre amarilla, enfermedad viral transmitida por mosquitos y potencialmente mortal si no se detecta a tiempo.
La emergencia sanitaria declarada por el presidente Gustavo Petro ha puesto en alerta al sistema de salud. Frente al aumento de casos, Blu Radio consultó a dos expertos clave sobre los síntomas que deben observar los ciudadanos.
Carlos Andrés Marulanda, coordinador de Misión Médica de la Cruz Roja Colombiana, explicó que los síntomas iniciales de la fiebre amarilla pueden confundirse fácilmente con otras enfermedades tropicales como dengue, zika, malaria o leptospirosis. En su fase temprana, los signos son:
- Fiebre alta (frecuentemente mayor a 38.5 °C)
- Dolor muscular generalizado
- Dolor de cabeza intenso
- Náuseas y vómitos
- Pérdida del apetito
Síntomas graves que requieren atención urgente
La fiebre amarilla tiene una evolución bifásica. Tras una etapa inicial leve de tres a cuatro días, el paciente puede experimentar una aparente recuperación, seguida de una recaída peligrosa. En esta fase tóxica, los síntomas se agravan significativamente:
- Ictericia (coloración amarilla en piel y ojos)
- Orina oscura
- Dolor abdominal con vómitos persistentes
- Sangrado por boca, encías o estómago
- Daño hepático y renal
Marulanda advierte que algunos pacientes pueden no presentar síntomas evidentes, lo que retrasa la atención médica. Por eso, el regreso de la fiebre tras una mejoría y cualquier manifestación de sangrado o ictericia son señales de alerta para acudir a urgencias sin demora.
Wilmer Ernesto Villamil Gómez, médico infectólogo y experto en medicina tropical, detalló a Blu Radio el recorrido del virus en el organismo: tras la picadura de un mosquito infectado, se produce una incubación de tres a cuatro días. Luego, el virus entra al torrente sanguíneo, provocando una viremia que afecta directamente el hígado, donde induce apoptosis, o muerte celular.
“El virus también compromete el riñón, provocando insuficiencia renal, y puede dañar el corazón afectando el músculo cardíaco. Además, puede desencadenar una respuesta inflamatoria sistémica que conduce al shock y, en casos severos, a la muerte entre 7 y 14 días después del contagio”, indicó Villamil.
Entre los indicadores clínicos de disfunción hepática que deben monitorearse se encuentran:
- Dolor abdominal constante
- Ictericia
- Orina rojiza
- Hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre)
- Aumento de enzimas hepáticas
En casos críticos, se puede presentar encefalopatía hepática, con síntomas como confusión, agitación, convulsiones, estupor e incluso coma.
Además, Villamil advirtió sobre complicaciones hemorrágicas debido a que el hígado deja de producir factores de coagulación. Esto puede resultar en:
- Sangrado por encías, nariz o estómago
- Disminución de hemoglobina, plaquetas y fibrinógeno
El especialista recomendó a los profesionales de la salud aplicar el Protocolo de diagnóstico del síndrome febril, publicado por su grupo en la revista Medicine, como guía clínica en zonas tropicales endémicas.
Prevención y vacunación: la mejor defensa
Los expertos insistieron en la importancia de la vacunación como herramienta central para frenar la expansión del virus. En Colombia, se aplica una sola dosis de por vida, recomendada entre los 9 meses y los 59 años.
Sin embargo, ante la emergencia sanitaria, el Ministerio de Salud ha extendido la cobertura a personas mayores de 60 años.
Cuatro claves para la población:
- La vacuna es de dosis única y protege toda la vida.
- Su efectividad inicia 10 días después de la aplicación.
- Se debe vacunar antes de viajar a zonas endémicas.
- Complementar con medidas como repelentes, ropa de manga larga, mosquiteros y eliminación de criaderos de mosquitos.
