El complejo viaje de migrantes entre Ecuador y Colombia buscando camino a Venezuela y Panamá, todos los días, todo el día, hay viajeros por las vías, especialmente por trochas, entre Ipiales y Tulcán.
Noticias Nariño.
Un recorrido que empezó en Pasto, a donde llegan muchos viajeros venezolanos, ecuatorianos, haitianos; y que es ‘normal’ verlos salir de allí caminando hacia las vías que comunican con la frontera, muchos van y otros vienen, «estamos caminando desde ayer» entre Ipiales y Tulcán, le dijo un venezolano a Wilson Barco a orillas de la carretera.
En el camino, otros grupos de extranjeros, llevaban caminando varios días.
Un paso entre Colombia y Ecuador que se ha complicado por la pandemia del COVID-19, y que con el cierre de frontera tiró a las ‘trochas’ entre Nariño y la Provincia de Carchi, a miles de migrantes.
No solo migrantes, viajeros frecuentes de ambos países, comerciantes, conductores y más, atraviesan estos caminos porque el paso por Rumichaca sigue cerrado.
Un viaje que en bus o carro entre Tulcán e Ipiales no dura más de una hora, para los migrantes se convierte en días de caminata.
Deben echarse su maleta al hombro; y hasta a sus hijos, porque muchos hacen esta larga travesía con niños.
«Si hemos vivido xenofobia, nos dicen: «vete para tu país», pero nadie sabe lo que uno pasa en estos caminos», le dijo un grupo de viajeros a Wilson Barco, quien este fin de semana recorrió esa ruta.
Muchos deben hacer las largas caminatas, porque camiones y otros vehículos no aceptan darlos los aventones, «nos niegan el aventón a todos, a venezolanos, haitianos».
En el camino encuentran a quien les de monedas, agua, les regale un par de zapatos, frutas o algo de comer para los más pequeños. Pero el riesgo es mayor.
Caminan a orillas de las carreteras, por tramos que parecen «tierra de nadie porque no se ve ni un policía ni un funcionario en kilómetros».
En un comedor comunitario en plena carretera, hace parte del Programa Mundial de Alimentos, «atendemos a 200 personas diariamente», eso también muestra la magnitud de esta diáspora.
La mayoría de los que llegan a comer allí, no es porque estén en la zona, sino porque van por la vía ya sea hacia Ecuador, o buscan salida al Valle del Cauca, para desde Cali tomar un bus, o seguir el viaje a pie hasta Venezuela.
Esta éxodo se complica porque el puente de Rumichaca, que es el paso legal, está cerrado desde principios del 2020.
Son dos cosas, hay por lo menos 20 rutas que atraviesan zonas pobladas entre los dos países y que por años, han sido usadas para “ahorrar tiempos” y controles.
Hay otras, que son las llamadas ‘trochas’, por donde se tiran los grupos más grandes de migrantes irregulares. Por estos pasos, suelen llevarlos los traficantes y ‘coyotes’.
En el terminal de Ipiales acordaron vender 100 tiquetes diarios para ir sacando haitianos a otros ciudades; en Pasto, son 200 pasajes.
Por ahora, sigue la migración en difíciles circunstancias, en estas vías del sur del país.
Expuestos estos viajeros a los peligros por el actuar de bandas criminales y grupos armados que reconocen las autoridades , sí existen y operan en este corredor fronterizo.
Allí actúan bandas criminales y de tráfico de migrantes, ecuatorianos, colombianos y venezolanos participan en ellas.
Esto encontró Wilson Barco en ‘la ruta de los migrantes’:
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