Esto se sabe.
Noticias Colombia.
El país sigue conmocionado tras conocerse el informe final de Medicina Legal sobre la trágica muerte de dos niñas, Emilia e Inés, en el sector de Rosales, en el norte de Bogotá. El dictamen reveló que las menores fallecieron víctimas de un homicidio, luego de ingerir talio, una sustancia altamente tóxica que se encontró en sus organismos en niveles letales.
El hecho ocurrió el pasado 5 de abril cuando las niñas consumieron frutas cubiertas con chocolate, sin sospechar que contenían el veneno.
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Según el análisis forense, el talio ingresó al cuerpo de las pequeñas a través de los alimentos que compartieron en el apartamento de una de sus amigas del colegio luego de la jornada escolar. Los síntomas que presentaron —náuseas, vómitos, dolor abdominal y dificultad respiratoria— se manifestaron horas después del consumo, pero para entonces, la sustancia ya había causado daños irreversibles en sus órganos vitales.
Medicina Legal determinó que no se trató de un accidente, sino de una acción intencionada, es decir, un envenenamiento premeditado.
La investigación ha centrado sus esfuerzos en rastrear el origen de las frutas con chocolate y quién se encargó agregar el talio en los alimentos y luego dejarlos disponibles en la nevera.
De acuerdo con las evidencias, los alimentos fueron suministrado por un adulto que estaba en el sitio, por lo que refuerza la hipótesis de que el hecho se trató de un homicidio.
Qué es el talio
El talio inicialmente fue empleado en la fabricación de instrumentos ópticos y dispositivos electrónicos, hoy en día su uso se ha expandido a la industria farmacéutica, la producción de vidrio especial y la investigación en materiales semiconductores.
Sin embargo, el talio es infame por su extrema toxicidad. Incluso en dosis mínimas, puede causar envenenamientos graves que afectan el sistema nervioso, los riñones y el corazón. Históricamente, fue utilizado como ingrediente en venenos para ratas y pesticidas, hasta que su peligrosidad llevó a restringir severamente su comercialización. Casos célebres de envenenamiento deliberado con talio han aparecido en crónicas judiciales, alimentando su reputación como un “veneno perfecto” por su sabor imperceptible y síntomas confusos.
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