Juan Andrés Ospina Rodríguez, un joven lleno de metas, falleció de un infarto.
Noticias Internacional.
El sueño de conquistar nuevos horizontes llevó a Juan Andrés Ospina Rodríguez a Australia hace dos años y medio. Este joven colombiano, lleno de ilusiones y metas, había viajado inicialmente con una visa de estudiante para aprender inglés y explorar nuevas oportunidades. Sin embargo, la vida le tenía preparada una trágica sorpresa: el pasado 20 de diciembre fue hallado sin vida en su hogar, tras sufrir un infarto fulminante.
Juan Andrés, de 24 años, había regresado a Colombia tres meses atrás para compartir con su familia. “Él vino aquí en julio, estuvimos juntos y luego volvió el 22 de septiembre para continuar con sus metas”, relató Elizabeth Rodríguez, su madre, con profunda tristeza a El Tiempo.
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Él había logrado extender su visa por tres años más y estaba decidido a aprovechar ese tiempo para crecer profesional y personalmente.
Pese a las dificultades de vivir lejos de casa, Juan Andrés se mantenía optimista y comprometido con sus objetivos. “Dijo que tenía que cumplir sus sueños, aprovechar esta oportunidad”, recordó su madre.
Entre tanto, trabajaba arduamente para mantenerse en Australia, donde también cultivó amistades que lo apoyaban en su travesía.
Un corazón vulnerable
A pesar de su espíritu luchador, Juan Andrés tenía una condición de salud que lo acompañó durante gran parte de su vida: un soplo en el corazón. “Cuando estuvo en Colombia este año, le hicieron un chequeo y le dijeron que necesitaba una cirugía en el futuro”, explicó Elizabeth. Lamentablemente, su corazón no pudo esperar más.
El día de su muerte, la familia intentó comunicarse con él sin éxito. Ante la falta de respuesta, pidieron a su compañero de vivienda que verificara su situación.
“Lo encontraron dormido en su cama, pero ya había fallecido”, dijo su madre con la voz entrecortada. Las autoridades confirmaron que su muerte fue causada por un infarto.
La lucha por repatriarlo
El fallecimiento de Juan Andrés no solo dejó un vacío emocional en su familia, sino también un gran reto económico. El costo de repatriar su cuerpo desde Australia asciende a 14 mil dólares, aproximadamente 61 millones de pesos colombianos.
Por ello, sus familiares y amigos han iniciado una campaña para recaudar fondos.
“Es un proceso difícil y costoso, pero queremos darle la dignidad que se merece”, expresó Elizabeth.
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A través de redes sociales y plataformas como GoFundMe, han hecho un llamado a la solidaridad.
Quienes conocieron a Juan Andrés lo recuerdan como un joven trabajador, apasionado por los caballos y los carros, y siempre dispuesto a dar lo mejor de sí.
Su madre, familiares y amigos esperan poder despedirlo en Colombia, donde su historia de sueños y esfuerzo continuará siendo una fuente de inspiración.
“Cada contribución, por pequeña que sea, nos acerca a traerlo de vuelta y darle el descanso que merece”, concluyeron en su mensaje de agradecimiento a la comunidad.
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