La excongresista se convirtió en la «favorita» del Clan Gerlein, pero alguien la entregó.
Noticias Atlántico
Aída Merlano Rebolledo tiene 45 años de edad, es abogada y tuvo una rápida y exitosa carrera política apoyada por poderosos empresarios y políticos del Atlántico, pero no solo por su inteligencia y ambición, también por su belleza, eso ha logrado investigar parte de la prensa colombiana.
La prófuga más buscada de Colombia en este momento, tuvo pretendientes que habrían ayudado en su caída.
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Según ha ido revelando la prensa, un poderoso intentó cortejarla, ella no se mostró del todo interesada y ese «rechazo» abrió la puerta a una presunta venganza.
Aunque algunos señalan una disputa del clan Gerlein, no hay un nombre claro.
A Aída Merlano no le habrían perdonado, «que olvidara de dónde venía» y el rechazo a esta clase de hombres, pasa factura. Por lo menos, en ese mundo.
Y alguien la delató. Entregó todos los datos y las autoridades le cayeron.
Ella
En el barrio Buenos Aires la recuerdan, alegre, con su larga cabellera negra y con ganas «de salir adelante».
En el colegio Metropolitano del Sur en Barranquilla, estudió parte de su bachiller.
Su trabajo político empezó a los 15 años de edad, cuando conoció «al clan» Gerlein, se convirtió en «líder barrial» buscando con mochil
Aída logró votaciones altísimas, casi históricas en el Atlántico.
La compra de votos
Es casi un secreto a voces en el caribe colombiano una vieja práctica para subir y quitar políticos del poder. Comprar votos.
¿Pruebas? Pocas, denuncias menos.
La misma prensa de la región ha revelado varios casos que no han prosperado.
El famoso TLC: Tejas, ladrillos y cemento, lleva el sello Gerlein. «Entregan en barrios populares a cambio de votos».
El noticiero CM& recorrió el barrio en el que se estuvo hasta su adolescente Aída Merlano, allí los vecinos la recuerdan con cariño. Aunque tuvo dinero y otra posición social, siempre regresaba, no solo a buscar votos, dicen.
Se casó con un taxista, luego con un desmovilizado del EPL. Tiene dos hijos, Aída Victoria y Sebastian. Su hija, está detenido y en proceso de judicialización.
Sin pereza
Aída Merlano quería sobresalir pero era de un barrio, de escasos recursos y sin un apellido de peso.
Cuando inició su carrera política, solo buscaba votos para «los caciques» Gerlein, los hermanos Jorge y Roberto. Muy conocidos por su «basta» experiencia en la presunta compra de votos en el Atlántico.
TLC: Tejas, ladrillos y cemento, lleva el sello Gerlein.
Laura Ardila, editora de La Silla Caribe, ganadora del premio Simón Bolívar a Periodista del Año le dijo a Blu Radio, que Merlano, no era perezosa.
“Los que la conocen la describen como una mujer muy ambiciosa, muy trabajadora y poco perezosa, con un ímpetu que le aseguró ese camino», dijo a la emisora.
En 2011 llegó a ser diputada del Partido Conservador bajo la sombrilla del clan Gerlein.
Para 2013 llegó a la Cámara de Representantes en fórmula con el exsenador Roberto Gerlein.
Aída logró votaciones altísimas, casi históricas en el Atlántico.
Y para le 2018 alcanzó una curul en el Senado. Esa fue su caída.
Pero un día el CTI llegó a la llamada «Casa Blanca», el lugar desde donde la política había hecho su campaña, allí operaba. Y le encontraron armas, más de $200 millones en efectivo, miles de papeles de publicidad. Y otros documentos comprometedores.
Fue capturada y enviada a Bogotá, permaneció en el búnker de la Fiscalía y luego, tras su legalización de captura, llevada a la cárcel Buen Pastor.
Luego, en septiembre, se conoció su condena.
Aida Merlano condenada a 15 años de cárcel por compra de votos
Pero no hay más capturas ni condenas por el delito de la compra de votos, en este caso.
Dudas cómo quién ayudó a Merlano para que comprara más de 50 mil votos, de dónde salieron las armas que le encontraron.
El fallo con el que la Corte Suprema de Justicia condenó a Merlano, sí ordenó investigar a 17 personas que fueron mencionados en medio del proceso que se adelantó en el alto tribunal. Poco se conoce de esos investigados.
Apenas esta semana el Partido Conservador, fuerte en el Caribe, la expulsó. Pero no hay rastros de una investigación interna.
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El clan Gerlein no se ha pronunciado respecto a la fuga, ni a los señalamientos que hay en su contra.
Otro apellido poderoso en Barranquilla aparece, Char, «los Char».
El senador Arturo Char, es uno de los investigados por el caso de la prófuga.
