Una ciudad llena de historia, canales y arquitectura colonial enamora a los viajeros sin cruzar el océano.
Noticias Valle del Cauca.
Calles empedradas, puentes centenarios y canales que reflejan fachadas coloniales… podría parecer una postal de Ámsterdam, Londres o Venecia, pero no lo es. En pleno Valle del Cauca, existe una ciudad colombiana que combina historia, espiritualidad y encanto arquitectónico con una identidad propia que cautiva a cada visitante.
Su nombre es Buga, y ofrece un viaje sin necesidad de cruzar el Atlántico, donde la tradición y la belleza se entrelazan al ritmo de sus aguas.
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- Aunque su fama internacional se debe a la imponente Basílica del Señor de los Milagros, Buga es mucho más que un destino de peregrinación.
La ciudad está atravesada por canales y ríos que serpentean por barrios llenos de vida, acompañados por puentes de piedra y hierro con más de un siglo de historia.
Muchos de estos puentes fueron construidos para conectar no solo márgenes de agua, sino también tradiciones, familias y épocas.
Caminar por Buga es como abrir un libro de historia al aire libre: columnas de hierro forjado, balcones coloniales, fachadas coloridas que brillan bajo el sol vallecaucano, y puentes que parecen flotar entre lo antiguo y lo contemporáneo.
No es raro que los viajeros, cámara en mano, se detengan a contemplar los reflejos sobre el agua, capturando escenas que fácilmente podrían confundirse con una postal europea.
Un viaje fácil, un destino inolvidable
Ubicada a solo 70 kilómetros de Cali, Buga es una joya accesible para turistas nacionales e internacionales. Desde la capital del Valle, el viaje por carretera no toma más de una hora, y quienes vienen de otras partes del país pueden volar hasta el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón y conectar por tierra.
Pero lo mejor no es lo fácil que es llegar, sino lo difícil que es olvidar la experiencia: entre iglesias, mercados artesanales, cafés coloniales y un centro histórico vibrante, Buga ofrece una atmósfera única donde la espiritualidad se mezcla con la estética, y lo cotidiano se convierte en un recorrido de descubrimiento.
Aunque ciudades como Chongqing en China ostentan más de 10.000 puentes y Hamburgo supera los 2.300, Buga no necesita competir en números.
Su magia está en la forma en que cada puente cuenta una historia, une una comunidad y embellece un paisaje. Y aunque muchos turistas sueñan con los canales europeos, descubrir que Colombia guarda un tesoro parecido —pero con esencia latina— es una sorpresa que vale la pena vivir.
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