Las niñas cambiadas por error al nacer hace ocho años, ya volvieron con sus familias biológicas
cuando las pequeñas van a cumplir ocho años, y llevan casi tres en el proceso con sus verdaderas familias, una orden ha cambiado el rumbo de la historia.

Fue el padre de una de las niñas quien empezó la investigación tras ver una publicación en redes sociales en 2020, ahora, las pequeñas han vuelto con sus familias biológicas.

Noticias Atlántico.

La historia de las niñas que de manera accidental fueron cambiadas en un hospital en Barranquilla, cuando nacieron, ha transcurrido entre el reencuentro con sus familias biológicas, adaptación, y ahora ya están con los padres y madres que las concibieron, aunque no perderían del todo el contacto con quienes estuvieron los primeros años de sus vidas.

Hace casi ocho años las menores vinieron al mundo en las entrañas de un centro asistencial de la capital del Atlántico.

Fue la tarde del 21 de marzo de 2016 en la sala de parto del Hospital Niño Jesús de Barranquilla cuando dos niñas eran esperadas con amor y nacieron bien, «gorda, rosadita» recuerda una de las madres; hoy día la mira y no puede creer que esa pequeña que ha criado y amado, no es su hija. Y que la que llevó en su barriga 9 meses, está con otra familia, un cambiazo del que no hay explicación.

Una de ellas fue criada en el municipio de Palmar de Varela ubicado en la zona oriental del departamento. Mientras que la otra, ha vivido todos estos años en Chimichagua, Cesar.

«No es parecida a mi», ni a la mamá

Ninguna de las dos tenían parecido con las mujeres y hombres que las cuidaron desde que eran unas bebés.

Uno de los padres, pensaba incluso, que le habían sido infiel. Su relación con su pareja terminó pero seguían unidos y cuidando a la distancia a su hija.

Decidió hacer una prueba de ADN.

Y el resultado arrojó que la menor no era su hija.

Razón por la cual, se dirigió al centro asistencial y luego de solicitar los registros de parto del día que nació su hija, obtuvo cierta información y comenzó a investigar.

Él vivía en el municipio de Palmar de Varela.

Los registros de los partos

Con un recurso de reposición le entregaron los expedientes de partos del día que su hija nació. Hubo otras bebés.

Se fue a redes sociales con los datos obtenidos y en Facebook un día encontró un perfil con una foto de una niña que le llamó la atención, pero estaba en Cesar. «Esta es mi hija», dijo.

Aunque podría parecer un acosador y terminar en problemas, no lo dudó empezó a mandar mensajes a la dueña del perfil, una joven. A sus familiares que aparecían como contactos. 21 días después, recibía una respuestas.

No había tiempo que perder, cuando logró contactarse con la madre le explicó lo que sucedía y sus sospechas.

«Podrías tener a mi hija y yo la tuya», así. Sin más, como un balde con agua helada. El impacto para la mujer en otra ciudad, fue congelarse.

Él le dijo que le pagaba pasajes y se conocieran, finalmente ella viajó a Barranquilla.

Y la prueba de ADN de nuevo le devolvía la esperanza a él: «Era hija mía e incompatible con ella». Todo digno de un guión para Hollywood.

La pesadilla entonces empezaba para esa madre a la que su pareja abandonó con una bebé, pensando que le había sido infiel.

Ella en Cesar siguió criando a la pequeña pero de verdad, «no se parecía en nada a nosotros ni al papá». Inexplicable que no hubiese rasgos ni de parientes lejanos.

Y cuando ambas llegaron al Atlántico se realizaron los exámenes y efectivamente la niña que se crió en Chimichagua era su hija, y la que él había criado era de la mujer del César.

Empezó un proceso nuevo

El padre habló en septiembre del 2020 con TuBarco Noticias Caribe, en ese momento, manteniendo su identidad en reserva por protección también de los implicados.

cambiazo de bebés en Barranquilla
Ni su hija, ni de la madre. La suya, ha sido criada por otra familia.

Recordaba que no pudo ir a acompañar el parto «por compromisos labores», por tanto no estuvo ese día del 2016  y no sabía quiénes habían atendido a la niña ni cómo.

Fue al Hospital Niño Jesús para pedir explicaciones, registros e información. Y empezó un largo camino para descubrir la verdad.

«Me quería morir»

La mujer, que cuando tuvo a la niña tenía 22 años de edad, habló con El Heraldo y le confesó que ha vivido momentos duros tras descubrir el cambiazo de su hija.

“Es mi hija, solo puedo resumir las cosas de esa forma. Solo pido ayuda y acompañamiento para poder enfrentar todo esto. Sola ha sido muy difícil”, le dijo al periódico en ese momento.

Contaba contado que incluso, cuando supo de toda la situación, intentó quitarse la vida, su salud se ha deteriorado también por el estrés.

La hija que crió no era la suya y la ama, pero de la que estuvo embarazada está con otra familia, ya la conoció y aunque para ella había sido más dificil, estaba conociéndola, queriéndola.

En ese momento, las dos niñas se quedaron con su papá, podía responder por ellas y quería que las menores estuvieran juntas, para ayudar a mitigar el impacto psicológico del cambio y la verdad de sus vidas.

En ese momento, ambas iban a cumplir cinco años de edad.

El Hospital Niño Jesús de Barranquilla donde ocurrió el cambiazo de las dos bebés en el año 2016, solo respondía que se pudo deber a una «confusión» con las niñas nacidas al mismo tiempo.

Explicaban que esperaban la notificación del proceso judicial que el padre inició, porque en ese momento, no se trataba de demanda por indemnización, sino la búsqueda de una explicación porque si hubo, un daño moral y emocional.

Con sus padres biológicos

Ahora, cuando las pequeñas van a cumplir ocho años, y llevan casi tres en el proceso con sus verdaderas familias, una orden ha cambiado el rumbo de la historia.

Las autoridades que tomaron cartas en el asunto y emitieron una orden para que las niñas estén con sus familias biológicas.

Las niñas cambiadas por error al nacer hace ocho años, ya volvieron con sus familias biológicas
Las dos niñas, víctimas de un cambiazo cuando nacieron en el Atlántico.

Y el pasado 28 de febrero las menores dejaron de estar con esas personas que a pesar de todo le brindaron todo el amor y cuidado, no eran sus progenitores.

Una se fue con su verdadera madre hacia el departamento del Cesar, ella ya más recuperada y lista para este proceso, mientras que la otra se quedó en el municipio de Palmar de Varela y su padre ya le busca colegio.

No obstante, los adultos le exigen a la ICBF que le brinden acompañamiento psicológico a las niñas, ya que no lo han recibido debidamente.

Así fue como en 2020, se conoció esta historia:

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