Foto: Policía San Jacinto

Fiel y protectora, Sam ha encontrado un hogar y se ha vuelto la adoración de policías y vecinos.

Noticias Bolívar.

En la estación de Policía de San Jacinto, un rincón de los Montes de María, hay una nueva centinela que ha robado el corazón de todos: una perrita criolla de pelaje curtido y mirada alerta, conocida como ‘Sam’.

Con su agudo olfato y un oído afinado, esta valiente perrita ha pasado de deambular sin rumbo a convertirse en la fiel compañera de los policías, acompañándolos día y noche, siempre lista para dar amor.

Todo comenzó hace seis meses, cuando ‘Sam’ se cruzó con un grupo de policías en la Plaza Principal de San Jacinto.

Los uniformados, al verla hambrienta y con un aire de desamparo, le ofrecieron algo de alimento y una cálida caricia. Desde aquel momento, sin saber de dónde venía ni cómo había llegado, ‘Sam’ decidió quedarse con ellos, siguiendo sus pasos hasta la estación.

‘Sam’ la preferida de todos en San Jacinto

Con el tiempo, su instinto le indicó que había encontrado un grupo de personas con buen corazón que podían cuidarla. En poco tiempo, los policías la bautizaron como ‘Sam’ y ella, en respuesta, comenzó a acompañarlos en cada turno.

Su ladrido se convirtió en una alerta constante, un aviso para los policías y para cualquier intruso. A todas horas, Sam está lista para cuidar de su nuevo hogar.

La relación entre la perrita y los policías ha llegado a un punto donde se entienden sin necesidad de palabras. Con su fino oído, la perrita reconoce las voces de los uniformados e incluso el sonido de sus motocicletas al acercarse.

Al escuchar un motor familiar, corre emocionada hasta la entrada de la estación, agitando su cola con la energía de quien ha encontrado su lugar en el mundo.

Con los días, Sam se ha convertido en una figura querida no solo en la estación, sino también en el barrio. Algunos vecinos han comenzado a llevarle alimento y, cuando ha sido necesario, incluso medicamentos.

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Los habitantes de San Jacinto aprecian que esta noble perrita haya encontrado en los policías no solo alimento y protección, sino una verdadera familia.

‘Sam’ es una perra madura, acostumbrada a la vida en las calles. Los años y su instinto de supervivencia le enseñaron a cuidarse, pero ahora disfruta de una calidad de vida distinta, donde los agentes se encargan de que tenga alimento, un lugar seguro para dormir y hasta cariño.

Ellos, a su vez, se encuentran en ‘Sam’ una compañera fiel y un recordatorio de la importancia de cuidar a los animales.

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