El pescador que fue rescatado este fin de semana, reveló desde su casa que permaneció 44 horas sin comer ni beber agua dulce. Fue encontrado a 10 millas náuticas del corregimiento de Taganga, en Santa Marta, revelaron las autoridades.

Noticias Caribe.

Su nombre es Ovidio Lesmes, un pescador de 54 años de edad que fue rescatado durante el reciente fin de semana en playas de Punta Aguja, a unas 10 millas náuticas (16 km) de Taganga, en Santa Marta.

Su historia no es un caso común de una operación de búsqueda y rescate, pues el valiente pescador permaneció nadando alrededor de 14 horas en altamar.

Ello luego que el bote en el que iba naufragara tras el golpe de una enorme y violenta ola. «Fue una obra de Dios», dijo el sobreviviente a Noticias Caracol.

Ovidio Lesmes fue encontrado a 4,5 millas náuticas de Taganga.

Contó que lo sucedido fue como «volver a nacer, porque es que 14 horas nadando y salir 10 millas aproximadamente (unos 16 kilómetros) y después me devolví nadando, eso es una hazaña que yo, como ser humano, no tengo la capacidad de hacerlo, eso fue una obra de Dios», recalcó al noticiero.

Lo del pescador fue una verdadera hazaña, ya que permaneció por más de 14 horas en el mar únicamente aferrado al tanque de gasolina que llevaba y que por el olor que emanaba, «habría ahuyentado a los animales».

«Uno dice que uno domina la mente y a veces es verdad, porque yo me resigné y decía si no me deshidrato, yo llego», detalló Lesmes, quien manifestó que había permanecido 44 horas sin comer y beber agua dulce.

Él tomó una importante decisión, evitar consumir agua de mar teniendo en cuenta los problemas que podía acarrear.

Fue afortunadamente rescatado por un amigo pescador y miembros de la Armada en Santa Marta luego de haber escalado un acantilado.

«Entré donde había un poco de botellas, bastantes botellas vacías y empiezo a rebuscar hasta encontrar un dedito de agua dulce como en casi 100 botellas, con eso me mojaba los labios pasé toda la noche», expresó.

Ovidio explicó que no entiende «cómo me subí yo a ese acantilado. Eso es un poco de puntas, fue increíble que yo pudiera llegar y abrazar una piedra».

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