Se trata del parque Mirador de Oriente que cuenta con 1.932 m2 distribuidos en plazoletas, juegos infantiles, gimnasio biosaludable, lámparas solares y diversidad arbórea. 
Se trata del parque Mirador de Oriente que cuenta con 1.932 m2 distribuidos en plazoletas, juegos infantiles, gimnasio biosaludable, lámparas solares y diversidad arbórea. 

Se trata del parque Mirador de Oriente que cuenta con 1.932 m2 distribuidos en plazoletas, juegos infantiles, gimnasio biosaludable, lámparas solares y diversidad arbórea. 

Noticias Pasto.

La casona de la antigua licorera de Nariño que se encontraba ubicada en la salida oriente de Pasto, que por años permaneció abandonada fue transformada en un imponente parque ambiental.

Y es que inicialmente este espacio, representaba un foco de inseguridad para la Comuna 3, pues se había convertido en un lugar de consumo de drogas.

Sin embargo, tras varias semanas de trabajo, lograron transformarlo en el Parque Mirador de Oriente.

La zona cuenta con 1.932 m2 distribuidos en plazoletas, juegos infantiles, gimnasio biosaludable, lámparas solares y diversidad de especies arbóreas. 

“A través de este proyecto mejoramos la calidad de vida de las personas de esta zona de la ciudad. Además, proporcionamos un espacio ambiental donde la comunidad puede disfrutar de juegos y pasear por un bello sendero”, indicaron desde la Alcaldía.

Este es el antes y el después de la transformación de la obra

Entre tanto el secretario de Planeación, Germán Ortega Gómez, entregó detalles del equipamiento del nuevo lugar. 

«En este renovado espacio público hemos creado varias áreas de recreación pasiva, incluyendo un amplio mirador con vista hacia el oriente y sector de La Carolina, desde donde se puede contemplar nuestro volcán Galeras. Además, cuenta con una vegetación muy bonita que, a largo plazo, se convertirá en un pulmón verde para la comunidad”; añadió el funcionario.

Para los habitantes de la Comuna 3, esta zona representa una transformación completa, considerando que anteriormente era un terreno abandonado con riesgo de colapso y habitado por personas dedicadas al consumo y venta de estupefacientes.

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