Recién se cumplieron 7 meses de su triste fallecimiento y en la Plaza de Nariño en Pasto, la ausencia de alguien especial y querido por todos se sigue sintiendo.
Noticias Pasto.
Carlos Guillermo Ordóñez ‘El Chaquetica’, no era un ciudadano normal y corriente, era un amigo, padre, abuelo y un ser humano con unas cualidades ejemplares por las que hoy lo recuerdan.
Su historia es conocida y trascendió por las calles de Pasto, sobre toda en la icónica e importante Plaza de Nariño.
El lugar en donde tenía su puesto y al que llegaba diariamente a brindar lo mejor de su oficio y bondad.
No era un lustrabotas corriente, ‘El Chaquetica’ era «el hombre del ambiente».
Sus amigos lo recuerdan
Daniela Barco, periodista de TuBarco Noticias Pasto los visitó el pasado viernes 10 de septiembre en la plaza.
Allí otros de sus compañeros de oficio, comerciantes, loteros y clientes contaron aquellos bellos momentos que pudieron compartir con él en vida.
Luis Eduardo Gelpud es otro embolador y fue uno de sus compañeros de ‘lucha’.
Y una de las cosas más bonitas por las que lo recuerda es por es alegría que lo caracteriza, «tenía su ambiente, se ponía a bailar salsa aquí; hoy siento como una cosa, me da pena y nostalgia ver ese puesto ahí vacío«.
«Era un buen amigo, un gran compañero, tenía esas ideas chistosas y ahora que no está se siente mucho, como soledad», dijo.
Y es que para él como el resto de conocidos en la Plaza de Nariño, ‘El Chaquetica’ era un ‘detodito’; «era hasta curandero».
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Patricia Narváez, empleada de EMAS Pasto, es otra de las personas que lo conocía en la plaza, resalta su don de gente y que siempre tenía una sonrisa para brindar.
«Siempre sonreía, era bien alegre con todos. El último recuerdo que tengo de él es que estaba contento, me cogió de las manos, bailemos y bailemos», comentó Patricia.
El fallecimiento de don Carlos la tomó por sorpresa y cuando se enteró, fue como un ‘baldado de agua fría’. «Yo estaba en vacaciones y cuando entré fue que me dijeron que había fallecido».
Para el presidente del Sindicato de Lustrabotas de Pasto su partida también ha sido bastante triste, pues más que un compañero, Carlos Ordóñez consideraba a su tocayo «un gran amigo, de los mejores«.
Su deceso ha dejado sin duda alguna un gran vacío para todos en la plaza, quienes lo conocían y sabían el tipo de persona que era miran con nostalgia aquel lugar en donde se solía ubicar y que hoy yo no es ocupado por el popular ‘Chaquetica’.
