Ulloa, Valle del Cauca. Foto: Informativo CVC.

Un territorio de menos de 50 kilómetros cuadrados, pero con una riqueza cultural y natural que lo hace inmenso.


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Aunque es el municipio más pequeño del Valle del Cauca, Ulloa guarda un encanto que supera su tamaño. Ubicado al norte del departamento, este colorido y acogedor pueblo es un verdadero tesoro escondido que conquista a visitantes con sus paisajes naturales, su gente amable y su rica tradición cafetera.

Con solo 43 kilómetros cuadrados, Ulloa es una joya del paisaje cultural cafetero, ideal para quienes buscan experiencias de naturaleza, tranquilidad y cultura. Rodeado de montañas, ríos como el Barbas y una arquitectura tipo colonial, este municipio invita a recorrer sus calles y conectarse con la belleza del territorio vallecaucano.

También conocido como “Remanso de Paz”, Ulloa ofrece un entorno ideal para el turismo ecológico y de aventura. En sus alrededores se pueden disfrutar de actividades recreativas en medio de paisajes naturales de gran valor ambiental, gracias a su abundante riqueza hídrica.

Su plaza principal, adornada con vegetación exuberante y monumentos, es el punto de encuentro perfecto para quienes desean relajarse y respirar aire puro. Las casas coloridas que rodean el centro del pueblo conservan el estilo colonial que lo convierte en un lugar fotogénico y lleno de historia.

A solo 237 kilómetros de Cali, este municipio es además una puerta de entrada al Eje Cafetero. Muchos turistas lo eligen para vivir de cerca la experiencia del café, desde su cultivo hasta su preparación, con recorridos guiados en fincas de la región.

Fundado como municipio en 1928, tras haberse desprendido de Alcalá, su nombre rinde homenaje a un general de apellido Ulloa. Hoy, esta tierra es símbolo de paz, belleza y cultura, y una parada obligada para quienes exploran el norte del Valle.

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