Mientras una ciudadana es exaltada por su compromiso con Cali, un caso de violencia en el MIO vuelve a encender las alarmas por la intolerancia y falta de orden.

Noticias Cali.

La noche del viernes 7 de marzo, un nuevo acto de violencia y falta de civismo sacudió a Cali. A través de redes sociales, se hizo viral un video en el que un hombre, de gran tamaño y actitud desafiante, increpó y casi agrede físicamente a una guarda de seguridad de la estación Estadio del MIO.

De acuerdo con las denuncias de los trabajadores del sistema de transporte, el sujeto, junto con otros acompañantes, se coló en la estación sin pagar su pasaje.

La situación escaló rápidamente cuando la guarda de seguridad intentó hacer cumplir las normas.

En las imágenes se observa cómo el individuo, de aproximadamente 1,90 de estatura, se acerca de manera amenazante, gesticula con furia y se muestra fuera de control.

Sus propios acompañantes tuvieron que intervenir para evitar una agresión que, de no haber sido contenida, habría terminado en un lamentable episodio de violencia.

En las imágenes se aprecia la falta de respeto por las normas básicas de convivencia en la ciudad y también la vulnerabilidad en la que se encuentran quienes ejercen labores de control y seguridad en el transporte público.

La pasividad de muchos ciudadanos ante estos actos y la falta de reacción contundente de las autoridades solo agravan la percepción de desorden y anarquía en Cali.

El contraste de una ciudad dividida

Mientras este acto de intolerancia se hacía viral, otro hecho de signo opuesto marcaba la jornada: Adriana Calero, una ciudadana ejemplar, era condecorada por el alcalde por su compromiso con la ciudad y el medio ambiente. (Siga leyendo: Adriana Calero: La caleña que desafió la contaminación y defendió su ciudad)

Su labor, evitando que vecinos arrojaran escombros y basura a las vías, demostró que en Cali también hay quienes luchan por una ciudad más ordenada y limpia.

Sin embargo, el contraste es evidente y preocupante. Mientras algunos defienden y cuidan la ciudad, otros la agreden y la irrespetan con comportamientos reprochables.

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