El pasado 31 de diciembre ocurrió la tragedia que embarga a su familia.
Noticias Colombia.
El Parque Nacional de los Nevados, conocido por su majestuosidad natural y su imponente belleza, se convirtió en el escenario de una tragedia que marcó para siempre la vida de Joys Ramírez. La joven, entre lágrimas y con la voz entrecortada, relató los dolorosos momentos que vivió el pasado 31 de diciembre, cuando su novio, Kevin Hernández Bocanegra, perdió la vida durante una caminata que debía haber sido una experiencia inolvidable.
“Estábamos emocionados de cerrar el año en un lugar tan mágico”, recuerda Joys. La pareja, originaria de Manizales, había planeado el viaje como una forma de escapar de la rutina y conectarse con la naturaleza. Ambos eran amantes de las caminatas al aire libre, aunque Kevin, según cuenta Joyce, era menos experimentado en terrenos de alta montaña. “Nos habíamos preparado, pero nunca imaginamos que algo tan horrible pudiera pasar”.
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El día comenzó con entusiasmo y risas. En las primeras horas de la mañana, Kevin y Joys iniciaron el ascenso hacia uno de los picos más conocidos del parque. Sin embargo, las condiciones climáticas, típicamente cambiantes en esta región, comenzaron a deteriorarse rápidamente. “El frío era intenso, y la neblina se volvió tan densa que apenas podíamos ver unos pasos delante de nosotros”, narra Joyce. A pesar de la dificultad, Kevin insistió en continuar, confiado en que podían llegar al refugio antes de que la situación empeorara.
El descenso resultó ser la parte más complicada de la travesía. Joyce describe cómo Kevin comenzó a mostrar señales de agotamiento y dificultad para respirar, síntomas que más tarde se confirmarían como el inicio de un edema pulmonar de altura, una condición peligrosa provocada por la falta de oxígeno a grandes altitudes. “Intenté animarlo, le decía que solo faltaba poco, pero él ya no tenía fuerzas. Cayó al suelo y no podía levantarse”.
Desesperada, Joys trató de buscar ayuda. A pesar de sus esfuerzos por reanimar a Kevin y mantenerlo despierto, su condición empeoró rápidamente. “Sentí cómo su mano se iba quedando fría. Le hablaba, pero él ya no respondía”, relata con voz quebrada. Finalmente, y antes de que pudieran recibir auxilio, Kevin falleció en sus brazos, dejando a Joyce devastada en medio de la imponente soledad del páramo.
La tragedia ha suscitado preguntas sobre las medidas de seguridad y la preparación necesaria para realizar este tipo de excursiones. Joys, ahora convertida en portavoz del dolor y la prevención, advierte a otros aventureros sobre los riesgos que subestimaron en su caso. “El parque es hermoso, pero también es un lugar donde la naturaleza no perdona. No estábamos preparados para algo así”.
Kevin Hernández Bocanegra, de 28 años, era un joven carismático y soñador, que según sus amigos y familiares, siempre buscaba la manera de hacer sonreír a quienes lo rodeaban. Su muerte ha generado conmoción entre quienes lo conocían y ha encendido un debate sobre la necesidad de mayor control en actividades turísticas de riesgo.
El duelo de Joys es ahora un recordatorio palpable de la fragilidad humana frente a los elementos naturales. Aunque sus días están teñidos de tristeza, ella afirma que honrará la memoria de Kevin luchando para que otros no tengan que pasar por la misma experiencia. “Él amaba la vida, y es por eso que quiero contar nuestra historia. Para que nadie más pierda a un ser querido de esta manera”.
El Parque Nacional de los Nevados, a pesar de su majestuosidad, es también un recordatorio de los peligros que esconde la naturaleza. La historia de Kevin y Joys quedará grabada en la memoria colectiva como un testimonio de amor, valentía y, sobre todo, la importancia de respetar los límites que el hombre a menudo olvida.
En el programa ‘Más Allá del Podcast’ la joven dio su versión de los hechos:
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