Solo en lo que va corrido de 2019, se han registrado 17 éxodos forzosos. La situación más grave se presenta en Tumaco y en el resto de la costa pacífica.
Noticias Nariño
Cada vez más de los desplazamientos están decenas de comunidades de Tumaco y la costa Pacífica.
La razón: el recrudecimiento de las disputadas del frente Oliver Sinisterra, herederos del abatido alias Guacho, con ‘Los Contadores’ y otras bandas criminales.
Esta guerra a sangre y fuego entre disidencias una miscelánea de estructuras ilegales atraídas por la coca ha terminado en 17 desplazamientos masivos solo en lo que va de 2019.
Eso significa que, por regiones, ese fenómeno se disparó en el departamento en comparación con el año anterior.
Crisis y desplazamientos
El subsecretario de Paz y Derechos Humanos de Nariño, Gilberto Tapié, aseguró que la situación es bastante compleja por los desplazamientos.
Puntualizó que quienes están llevando la peor parte son las comunidades alejadas de municipios como Tumaco, La Tola y El Charco, a más de una decena de horas desde Pasto.
Contó que en estas dos localidades, por ejemplo, se produjo no hace mucho el éxodo de unas 118 familias.
Las mismas recibieron la atención de la administración departamental y una entrega de ayudas lideradas por la Secretaría de Gobierno.
“Se gestionaros elementos y otra clase de ayudas por 25 millones de pesos, porque siempre ha sido prioridad de este gobierno proteger la víctima y ayudar a las víctimas”, apuntó.
Puntualizó, no obstante, que el panorama humanitario complejo de Nariño sobrepasa las posibilidades de los gobiernos locales en temas como los desplazamientos.
Por eso abogó por una atención nacional.
Temor de labriegos
TuBarco conoció el caso de varios pobladores que han sido víctima de desplazamientos en la zona de carretera de Tumaco por los cruentos enfrentamientos.
“Si un grupo pasa al lado de la casa de uno, ya dicen que se está ayudando al otro y así. Primero señalan a la gente y luego la matan”, dijo un labriego del sector de Llorente.
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Enfatizó en que a pesar de los anuncios de mayor pie de fuerza, la inseguridad sigue siendo el pan de cada día.
“Muchos se han ido, pero personas como yo no tenemos para dónde coger. Nos encomendamos a Dios que nos proteja, es lo único que podemos hacer”, concluyó.
