Imagen de la Universidad Estatal de Washington.

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La picada de estos avispones, que miden más 7 centímetros, pueden matar a una persona, indican fuentes médicas.

Estados Unidos es el país más afectado por el coronavirus de todo el mundo, tanto por el número de contagios como por el número de muertes. A eso se le suma una plaga letal que está afectando a las abejas, uno de los animales fundamentales para la vida en la tierra.

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Se trata de los Vespa mandarinia (nombre científico) o avispones gigantes asiáticos, que fueron descubiertos en el estado de Washington.

Según la ‘BBC’, estos avispones fueron vistos por primera vez en EE. UU. en diciembre de 2019. Decenas de apicultores denunciaron que encontraban a sus abejas melíferas decapitadas.

«Estos avispones, literalmente, decapitan en el aire a las melíferas, que son insectos muy importantes para la agricultura estadounidense», aseguró la cadena británica.

Varios medios de comunicación de EE. UU. los han descrito. Son de color amarillo anaranjado en su cabeza, con ojos negros y un abdomen a rayas negro y amarillo. Su tamaño, que supera los 7 centímetros, los convierte en los avispones más grandes del mundo.

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Lo que resulta más intrigante de estos animales, es que provienen del oriente y el suroriente de Asia y se alimentan de savia de plantas y frutas. Matan a las abejas   melíferas para alimentar a sus crías.  Sobre su llegada a EE. UU. no hay claridad, aunque la Universidad Estatal de Washington (WSU) cree que fueron transportados en “cargas de comercio internacional o de forma deliberada por algunas personas”.

Respecto a su picadura, los especialistas dicen que no solo son muy dolorosas, sino que son altamente tóxicas y afectan los neurotransmisores del cuerpo humano. Pueden llevar a la muerte a sus víctimas humanas.

De hecho, en Japón, estos avispones matan a más de 50 personas al año, según la revista ‘Clinical Toxicology’.

Los científicos no saben cómo estos avispones gigantes nativos de Asia terminaron en el estado de Washington.

A veces son transportados en carga internacional, en algunos casos deliberadamente, señaló Seth Truscott, de la facultad de ciencias agrícolas, humanas y de recursos naturales de la Universidad de Washington  a CNN.

Por ahora, autoridades del estado de Washington están a la caza de estos insectos y están preparándose para evitar su propagación, indica el diario El Tiempo.

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