El asesinato que sacudió al mundo político y no ha dejado de pasar desapercibido es del candidato presidencial Fernando Villavicencio en Ecuador, y hubo implicados varios colombianos, entre ellos, ‘Ito’, de apenas 18 años de edad y quien habría disparado.
Noticias Colombia.
El homicidio del candidato presidencial Fernando Villavicencio en Ecuador causó conmoción internacional, hizo que muchos se interesen por los responsables del hecho, uno de los criminales señalados, es de Colombia, para ser más precisos, Cali, Valle del Cauca y era conocido con el alias de ‘Ito’.
Se trata de Johan David Castillo López, señalado con el alias de ‘Ito’, tenía 18 años de edad; ya había estado detenido en un centro de reclusión para menores, tenía un hijo de tres años de edad, y murió durante el tiroteo del pasado 09 de agosto en la avenida Gaspar de Villarroel.
Este joven estuvo acompañado de otros cuatro pistoleros. Él fue el encargado de disparar a Villavicencio, según una investigación del diario El País de España.
Sin embargo, cuando trató de huir, recibió disparos y cayó al suelo. El resto de implicados huyeron, pero tiempo después fueron detenidos.
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¿Quién era ‘Ito’, el presunto sicario?
La vida de Ito al parecer no fue sencilla, a los 15 años de edad inició la vida laboral, en vista de que se convirtió en padre, y aunque no convivía con la madre del menor.
Quiso ser un padre presente, demostrando «que no era como su papá quién desapareció» sin asumir dicha responsabilidad.
Trabajó en confecciones de ropa y en una obra de construcción donde, en las noches, vigilaba que nadie se robe el material.
En esos tiempos empezaron sus problemas con la justicia, ya que hirió de gravedad a un otro joven en una pelea.
Esta situación lo llevó a estar encarcelado en un reclusorio de menores durante dos años hasta los 17 de edad. En estos últimos meses estaba desempleado, ocioso.
«Solía ser bromista y muy hablador, pero últimamente se había vuelto callado, taciturno y esquivo, se enfadaba por cualquier cosa», le señala la hermana de Ito al periódico español.
En su barrio, entre Potrero Grande, Manuela Beltrán, Pizamos residía ‘Ito’, las dinámicas son complejas, ya que no hay oportunidades para los más jóvenes.
Cuando van a buscar un trabajo y dicen de dónde vienen, los descartan de inmediato.
La dinámica del sicariato en Cali
De hecho, es uno de los barrios con mayor número de gatilleros o sicarios, en esa zona de la capital vallecaucana.
Las redes criminales que los contratan, conocidas como oficinas, les hacen encargos.
Por alguien desconocido, un blanco fácil, pueden pagar unos doscientos dólares; si el futuro cadáver tiene nombre, la factura sube a 1.000 o 2.000.
«Es difícil cuando eres pelado y tienes que elegir entre el pasaje y el desayuno. O entre desayunar o almorzar. Eso es muy difícil. Uno acaba haciendo cosas malas. Yo a veces le advertía de la gente con la que se juntaba» cuenta Junior Cáceres, cuñado de Ito.
Según las autoridades, Ito fue el que reclutó al resto de sicarios que viajaron a Ecuador.
Varios de esos muchachos eran de Potrero Grande, un barrio cercano, un lugar planeado y construido recientemente por el Estado, entre 2005 y 2008.
Ahora, este resto de jóvenes viven una propia condena desde Ecuador, alejados de sus familias.
«El final de Ito»
Al despedirse, le dijo a su familia que se iba a trabajar en una construcción en Ecuador. No llevaba un celular o al menos no se supo si tenía uno.
Una semana antes sdel magnicidio, se comunicó para decir que estaba bien; nunca más oyeron su voz .
«Hasta que empezamos a ver en las noticias que al parecer había matado a alguien y que después lo habían matado a él. Fue horroroso», expresa Michelle Castillo, hermana de Ito.
Hoy, su cuerpo reposa en el Cementerio Central de Cali, en medio de un laberinto de tumbas.
Llegó siete días después del magnicidio a Villavicencio; su lápida no tiene escritura fija; su familia apenas pudo colocar su nombre en un cartón.
Los globos y los lazos rojos que decoraron su ataúd durante el velatorio todavía están guardados en la que era su habitación.
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