Así lucen tras superar los meses de sequías.
Noticias Colombia.
Tras enfrentar fuertes sequías e incendios devastadores, los páramos colombianos han demostrado su asombrosa capacidad de recuperación con la llegada de las lluvias.
- Frailejón Ernesto Pérez está de estreno con su nueva canción: «En los páramos mis hermanitos se van»
Durante los últimos meses, diversas hectáreas de estos ecosistemas únicos sufrieron graves afectaciones debido a las condiciones climáticas extremas.
Sin embargo, la naturaleza nos sorprende una vez más con su resiliencia, mostrando cómo se renueva ante las adversidades.
Con la llegada de las primeras lluvias invernales, los páramos y sus emblemáticos frailejones vuelven a cobrar vida.
Algunos se visten de tonalidades amarillas, resaltando su belleza característica, como es el caso del Páramo de Santurbán en Norte de Santander y el Páramo de Guacheneque en Cundinamarca.
Mientras que otros se cubren de un manto blanco de nieve, como en el Nevado de El Cocuy, trayendo consigo el anhelado alivio para la sequía y el deshielo que estaba enfrentando.
El Parque Nacional Natural El Cocuy, hogar del imponente #nevado de Güicán, se encuentra en la cúspide de su capacidad de carga para la #SemanaSanta. Este emblemático destino turístico, uno de los más destacados de #Boyacá, ha visto una demanda sin…https://t.co/VAkuTfhA9N pic.twitter.com/m5K2fiEdwB
— BoyacaLEinforma (@BoyacaLEinforma) March 21, 2024
Uno de los ejemplos más destacados de esta recuperación es el Páramo de Berlín, que continúa su proceso de regeneración.
La esperanza se ha extendido por 400 hectáreas en el municipio de Tona, Santander, donde los frailejones han comenzado a renacer.
Estas plantas, de crecimiento lento pero crucial para la captura de humedad y la regulación hídrica, son fundamentales para el equilibrio de estos ecosistemas.
Así, los páramos de Colombia muestran su resiliencia al recuperar su verdor y vitalidad con la llegada del invierno.
Este renacer se refleja en la floración de los frailejones, el retorno de agua a las lagunas y el alegre canto de las aves, marcando un ciclo de renovación y esperanza en estos valiosos ecosistemas.
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