Manejan el Clan del Golfo hace 15 años.
Noticias Colombia
Hace tres dias la policía y las fuerzas militares asestaron un «golpe al corazón» del Clan del Golfo con la captura de alías «Cuarenteno», hermano de alías «Otoniel» y líder del clan.
Según la Policía Nacional, Carlos Mario Úsuga David, manejaba las finanzas del clan.
Era hombre de confianza de su hermano, el escurridizo «Otoniel».
#Cali Vamos tras el cabecilla del ‘Clan del Golfo’ alias ‘Otoniel’ y desmantelaremos esa organización criminal. El recién capturado jefe de finanzas Carlos Mario Úsuga va a terminar mostrándole al país la relación de ese grupo ilegal con carteles mexicanos. #CaliConstruye pic.twitter.com/CVYTwxqnrn
— Iván Duque (@IvanDuque) August 24, 2019
Se trata de una familia involucrada en el narcotráfico, extorsión y minería ilegal.
Se alían con bandas criminales y grupos armados que puedan servirle en zonas rurales, montañosas y ciudades -entre ellas Cali y Medellín- donde pueden seguir haciendo sus movimientos.
Este domingo se confirmó que alías «Cuarenteno», fue enviado a la cárcel en Montería, dónde lo capturaron.
El General Óscar Atehortúa informó que para»caerle», tuvieron ayuda de un informante.
Cuando Carlos Mario estaba comprando «ropa de importantes marcas», le llegaron las autoridades.

El hombre manejaba hasta 10 mil millones de pesos de las finanzas del clan.
Y estaba tratando de asumir otras funciones, como apersonarse del envío de cocaína a Centroamérica y Europa.
Le interesa: Clan del Golfo estaría comprando cocaína en Cauca para venderla en otros departamentos
Este clan familiar se ha convertido en el más peligroso del país.
Desde hace 15 años manejan negocios ilícitos que mueven millones de dólares.
El Clan del Golfo actúa en Chocó, Antioquía, Córdoba, Bolívar, Sucre, Atlántico y Magdalena.
Pero 15 de sus miembros ya han sido capturados, en 2018 cayeron Nini Johana, quien manejaba las finanzas y era la principal testaferra. Y el sobrino de confianza, Arley.
Permanecen detenidos. Han caído otros primos, sobrinos, tías y hombres de confianza.

«De guerrilleros a paramilitares, lo de los Úsuga David no eran los discursos ideológicos, sino la plata, la guerra y el narcotráfico», reseña Semana.
El «Plan Agamenón» le ha permitido a la fuerza pública complicarle la vida a la organización criminal, pero su principal líder, «Otoniel», sigue libre.