Las primeras imágenes de los niños ya reunidos con militares y con indígenas que los buscaban hace 40 días, han conmovido. El perro de búsqueda del Ejército los habría hallado primero, desapareció en la selva del Guaviare.
Noticias Colombia.
Los cuatro niños; de 13, 9, 4 años y una bebé que cumplió 1 año de edad en esa selva hace unos días, caminaron más de 1000 kilómetros cuadrados entre Guaviare y Caquetá, incluso, metiéndose hasta por zona virgen de este lugar, y aunque no estarían en muy buen estado de salud, están vivos.
Los niños caminaban por la selva del Guaviare y dejaban pistas
Elementos como frutas mordidas, pañales, tetero, zapatos y algunas huellas halladas en la selva hizo que no se perdieran las esperanzas, para dar con los cuatro hermanos: Lesly, Soleini, Tien y Cristin.
Las imágenes del hallazgo han tardado porque están «en lo profundo de esta selva», y hasta con satélite la comunicación ha sido difícil.
Lo que, si queda claro, es que la esperanza de encontrar a Lesly Mucutuy, de 13 años; Soleiny Mucutuy, de 9; Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de 4o años; y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, de 1 año, ayudó.
En Caracol Radio, se dieron detalles del hallazgo. Periodistas del medio aseguraron haber hablado con militares que hacen parte de la Operación Esperanza y estos confirmaron la noticia.
¡Una alegría para todo el país! Aparecieron con vida los 4 niños que estaban perdidos hace 40 días en la selva colombiana. pic.twitter.com/cvADdLbCpm
— Gustavo Petro (@petrogustavo) June 9, 2023
40 días sobreviviendo a la espesa selva de la amazonía
El primero de mayo del 2023, la avioneta en la que los menores viajaban con su madre y otros dos adultos, se accidentó. En el siniestro murió la progenitora, el piloto y otro hombre.
En el lugar donde cayó la aeronave, hallaron 15 días después, los cuerpos de Magdalena Mucutuy Valencia, madre de los menores, Hernando Murcia Morales, piloto de la avioneta y Herman Mendoza Hernández, un pasajero.
Esta actividad de búsqueda ha estado coordinada por Fuerzas Militares y miembros de las comunidades indígenas, llegando a unos 100 socorristas en la zona.
Así mismo, acudieron al uso de silbatos, perros entrenados; Wilson y Ulises para la búsqueda de personas, y el despliegue de reflectores, los que suelen ser encendidos en las noches.
Además del uso de cabinas de sonido a través de las que difundieron mensajes con la ayuda de la voz de su abuela.
Cada vez cobraba más fuerza, las teorías de que alguien o algo, estaría conduciendo a los niños por esa selva.
Sin perder la esperanza
La teoría del duende, incluso se ha llegado a difundir en varios vídeos que han hecho indígena, no de la comunidad de los niños, pero si, de otras zonas de Colombia, diciendo que los menores los tenían un duende o un ser «del más allá».
Sin embargo, entre gigantes árboles, charcos, quebradas, enfrentando un sinfín de riesgos; militares, perros, indígenas seguían gritando: «¡Lesly, niños!». En el día, la noche, la madrugada.
Ahí, estaba el padre de los menores, Manuel Ranoque. Quien dijo que no perdía la fe.
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