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«Ayúdenme para que esto no quede impune y se haga justicia», pide la víctima.
Diana C. una joven de 27 años fue la mujer brutalmente agredida con una botella de cerveza luego de reclamar unas insinuaciones pervertidas que recibió por parte de un adulto mayor en Bucaramanga.
La agresión se presentó a alrededor de las 4:00 de la tarde del pasado domingo 24 de enero.
De acuerdo a la víctima, el hecho se registró cuando ella y un grupo de amigas se encontraba departiendo en un establecimiento comercial de Bucaramanga.
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Allí, llegaron dos hombres los cuales iniciaron a tener y hacerles «insinuaciones pervertidas».
Relató la joven al Periódico Vanguardia que inicialmente «llegaron dos tipos y se quedaron ahí parados en la entrada, nosotros estábamos en la mesa».
Luego, «uno de ellos empezó a mirarme sin quitarme la mirada y a morderse los labios, me percaté y lo miré mal y le dije a mi amiga que había un tipo todo morboso».
Seguido de ello, el sujeto continúo con su accionar y cuenta Diana que «empezó a decirnos mamacitas en vez de mirar feo por qué no se toman algo, luego nos dijo ‘¿cuál es la maricada con ustedes?’. Le dije que nos dejaran tranquilas», manifestó.
Sin embargo, pese a la solicitud de respeto y que las dejara tranquilas, el hombre siguió intimidando.
Las mujeres toman la decisión de marcharse no sin antes pedirles respeto a los dos hombres, sin embargo el tipo reaccionó de la peor forma.
«Mi amiga le dijo que respetara; pero el tipo tomó una botella y me la estalló en la cabeza, en la cara», contó.
«Lo peor es que el tipo siguió ahí como si nada»
La mujer relató al medio que «el golpe fue en la frente y los vidrios me cortaron la cara, me cogieron 10 puntos, tengo un hematoma grave».
Sin embargo, lo más increíble de la situación, fue el hombre luego de agredirle brutalmente, «siguió ahí como si nada, recostado en la baranda» del lugar.
Tras la agresión la joven quedó llena de sangre y pedía ayuda a gritos y solicitaba que por favor llamaran a una ambulancia. No obstante, nadie les prestó atención; «todos seguían en su cuento como si nada hubiese pasado».
«Solo una señora se dio cuenta y me dijo qué pasó, cálmese», le entregó unas servilletas para que se secara la sangre.
Lo capturaron, pero quedó en libertad
Contó la mujer que luego de lo sucedido llegó la Policía, pero el hombre se había marchando del lugar.
Sin embargo, ella y la propietaria del establecimiento dieron información sobre el sujeto, el cual, «no tiene muy buena fama en el barrio, nadie lo quiere».
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«Luego me fui para la clínica. ‘¡recupérese que se va a hacer justicia!’, me dijo el Policía”, precisó Diana C.
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Indicó que luego de su captura, el sujeto fue llevado hasta una Estación de Policía y después a la Fiscalía.
Sin embargo, luego de denunciarlo, al hombre lo dejaron en libertad tras 36 horas. Por tal razón, «Diana pide justicia» y que las autoridades de Bucaramanga actúen.
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“Lo que nos dice el abogado es que tenemos que esperar por la misma cómo se maneja la justicia en Colombia. Lo soltaron sin imputar y sin nada, ni lo llevaron ante un juez. Se fue para su casa como si nada”, resaltó al medio la mujer.
Por su parte, indica el diario que según lo informado por la Policía, “hubo captura en flagrancia de los agresores, a la víctima se llevó a un centro asistencial y a interponer la respectiva denuncia, sin embargo, la Fiscalía lo dejó en libertad”.
Tras lo sucedido, la Personería de Bucaramanga rechazó la agresión.
