Fue el cuarto uniformado que saltó desde una altura de 450 metros y el único al que no le abrió el paracaídas.
Noticias Colombia.
Luis Alfonso Garcés es un soldado del Ejército de Colombia que cayó a una altura de 450 metros luego de que sus dos paracaídas le fallaron en un entrenamiento, el último de su curso militar.
Este insuceso ocurrió el pasado 9 de octubre cuandó él y otros tres compañeros saltaron desde lo alto de un helicóptero para lograr su objetivo de obtener el título de paracaidistas profesionales. Hoy, un mes después de aquel inolvidable episodio para Garcés, el soldado ya recuperado decidió relatar cómo en cuestión de segundos, tomó las mejores decisiones para salvar su vida.
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Primero, contó que ese día se equipó para dar un salto con paracaídas con un peso de unos 20 kilos. Los dos útiles atados a su abdomen y sus piernas. La aeronave se elevó a una altura de 1.500 pies (tres veces la altura de la torre Colpatria de Bogotá, la más alta del país).
Finalmente se lanzaron al vacío desde la altura de 450 metros y ocurrió lo inesperado para Luis Alfonso, sus paracaídas, a diferencia del resto de sus compañeros, no le abrieron como debía ser y desde ese instante comenzaron para él los minutos más eternos de toda su existencia.
A pesar del peligro inminente en el aire, la tranquilidad se apoderó del soldado Garcés y con cabeza fría comenzó a aplicar lo aprendido en el curso.
Lo primero que hizo en el aire fue zafarse del pesado equipaje. Luego, agarró los elevadores, apretó bien las piernas, esperó el golpe e hizo la complexión de la caída. Todo eso ocurrió entre 15 y 20 segundos.
En dicho tiempo, él tomó las mejores deicisones para poner a salvio su vida: «Apretó las piernas, cayó en planta de pies, hizo punto de contacto con las pantorrillasl Luego los muslos, caderas y glúteos hasta que finalmente hizo contacto con el suelo con su músculo dorsal.
Gracias a este método y a la ayuda de Dios, como él mismo lo afirma, pudo sobrevivir a la fuerte caída.
Tras la caída, el soldado Garcés nunca perdió el conocimiento aunque pensaba lo peor ya que por su boca salía sangre: «Pensé que estaba reventado por dentro», expresó.
«Yo me sentí que estaba vivo, no sentía la pierna, tenía problemas respiratorios, tenía problemas del tórax, yo me escupí la mano, me veía sangre, pensé que estaba reventado por dentro», relató.
Malherido, el soldado fue llevado hasta el Hospital Militar de Bogotá a donde los médicos de turno lo atendieron y operaron. Un mes después de aquel insuceso, Garcés comenzó terapias intensivas para volver a caminar nuevamente. Aun sigue recuperándose.
Durante su estadía en el hospital el General Eduardo Zapateiro lo visitó para imponer las alas de paracaidista militar.
Ahora, Luis espera que se esclarezca el por qué el paracaídas no le abrió en el momento preciso.
Foto de portada: @hospitalmilitarcentraldecolombia
