La historia de los hipopótamos de Escobar comenzó en la Hacienda Nápoles, una extensa propiedad de 2000 hectáreas.
Noticias Colombia.
En un intento por controlar la creciente población de hipopótamos descendientes de los cuatro ejemplares traídos a Colombia por el narcotraficante Pablo Escobar en 1981, el gobierno colombiano se enfrenta a un dilema ambiental de proporciones considerables.
A pesar de los esfuerzos anunciados en noviembre de 2023 por el Ministerio de Ambiente, el plan para contener a estos animales invasores parece no estar dando los resultados esperados.
La historia de los hipopótamos de Escobar comenzó en la Hacienda Nápoles, una extensa propiedad de 2000 hectáreas, que albergaba uno de los zoológicos más grandes del mundo.
Tras la muerte del narcotraficante, el abandono estatal permitió que estos animales escaparan, convirtiéndose en una amenaza biológica para el ecosistema colombiano.
Actualmente, la población de hipopótamos se ha multiplicado considerablemente, alcanzando la cifra de 169 individuos en la cuenca del Magdalena.
Expertos advierten que, de no tomarse medidas efectivas, esta cifra podría llegar a mil para el año 2035, generando consecuencias ambientales y sociales.
El plan gubernamental se ha centrado en la esterilización de los hipopótamos, pero críticos sostienen que el ritmo de este proceso es lento y que no se está aplicando la opción de sacrificio, recomendada por expertos en el manejo de especies invasoras.
Este debate sobre cómo abordar la proliferación de hipopótamos ha llevado a la luz la necesidad de implementar estrategias más efectivas.
La opción de esterilización y liberación, defendida por activistas animalistas, se encuentra limitada en Colombia debido a factores económicos y de seguridad.
Según las autoridades, la castración quirúrgica no es parte de las estrategias de contención, a menos que esté precedida por translocaciones o confinamientos.
La alta esperanza de vida de los hipopótamos en Colombia también complica la liberación, ya que podría exponer a los ecosistemas a un constante deterioro y a las personas a riesgos significativos.
En respuesta a la situación, expertos en conservación sugieren la implementación simultánea de cinco estrategias: la eutanasia como prioridad, especialmente en colonias establecidas en nuevas áreas; la translocación y el confinamiento; la urgente implementación de un sistema de alertas tempranas para identificar nuevas colonizaciones; y la promoción de la pedagogía ambiental.
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