Buscando la paz que sobrepasa todo entendimiento

Opinión

Muchas personas dicen: «yo busco a Dios cuando lo necesito». Esa es una actitud de inconstancia y no experimentan paz. Entonces van como olas por la vida y su existencia es igual de desnivelada con pocas altas y muchas bajas.

La paz interior perdurable se consigue por tener una relación directa y constante con el Señor, además, que ese sea el modo de vida.

La palabra del profeta Isaías dice en el capítulo 26, verso 3: «Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado».

Y a continuación la biblia trae otra recomendación:  «Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien. Toma ahora la ley de su boca, Y pon sus palabras en tu corazón. Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado; Alejarás de tu tienda la aflicción». Job 22:21-23.

Las cuentas claras

Estar a cuentas con Dios no es por cuestiones de dinero, sino por el pecado que hay en nosotros. Dios no necesita plata, ni riqueza material; lo que requiere de parte nuestra es arrepentimiento.

«Apártate del mal, y haz el bien; busca la paz, y síguela. Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos. La ira de Jehová está contra los que hacen mal, para cortar de la tierra la memoria de ellos. Claman los justos, y Jehová oye, y los librará de todas sus angustias. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu. Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová. El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado». Salmos 34:14-20.

En la palabra hay muchos versículos alusivos a la paz espiritual, como éste: «Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala». 1 Pedro 3:11.

Debemos saber que es Dios, a través de Jesucristo, quien nos libra de todas aflicciones, temores, opresiones y angustias.

El mandato de jesús

Jesucristo ha sido conocido como el Príncipe de Paz y nos dejó este mandato:

«La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo». Juan 14:27.

Sabemos que el miedo y la duda no traen paz, solamente apegarse a la promesa del Señor es lo que nos entrega esa tranquilidad plena.

«Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús». Filipenses 4:7.

«Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana». Isaías 1:18.

En resumen, lo que trae intranquilidad al ser humano es el pecado. Cuando nos despojamos de esa condición de pecadores, confesamos, nos arrepentimos y nos apartamos, viene una vida con excelencia y calidad.

En este balance, que cada uno se formule interiormente estas dos preguntas: ¿Estamos realmente a cuenta con Dios? ¿Qué nos roba la paz?

Si en al menos una respuesta no salimos bien librados, es hora de buscar al Señor y saldar esos asuntos pendientes.

¡Feliz y bendecida semana a todos los lectores de Tubarco!

Escrito por Hernando ‘Fito’ Hurtado, maestro de doctrina cristiana.

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