Entraron ataúd de un cabecilla de las autodefensas, a la cárcel de Santa Marta, y delante del INPEC
En la cárcel de Santa Marta, alias 'Numar' no tenía familiares y por tanto, no tendrían por qué haber ingresado el ataúd. Fotos: vía @opinioncaribe Twitter

El difunto era alias Numar, abatido en un operativo del Ejército y Policía, y lo llevaron en el ataúd a la cárcel de Santa Marta para «despedirlo» con otros presos. INPEC dice que está investigando.

Noticias Caribe.

El ataúd con el cuerpo de alias ‘Numar’, fue ingresado a la cárcel de Santa Marta, para que los presos le «dieran el último adiós», y lo más insólito, al parecer, delante de guardias del INPEC.

Ya se había registrado un hecho insólito cuando hinchas entraron un ataúd con un difunto al estadio El Campín, de Bogotá. Era un barrista que había fallecido y quisieron hacer el «homenaje».

El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario respondió que está «investigando lo ocurrido».

Esta escena se registró la tarde del pasado miércoles 6 de septiembre en las instalaciones de la cárcel Rodrigo de Bastidas» en la capital del Magdalena.

Un ataúd en la cárcel de Santa Marta

El difunto es Numar Amith Chinchilla Abril, conocido con el alias de Numar.

Se trataría de un presunto cabecilla de «alto valor» para las fuerzas militares, porque sería parte de Los Pachenca en el caribe colombiano. Y que fue abatido en un operativo.

La Revista Semana consultó que «este tipo de eventualidades son consideradas normales», es decir, el ataúd en la cárcel, sin embargo, debe surtirse un trámite que al parecer en el caso de alias ‘Numar’, no se dio.

Se permite que cuando el familiar de un recluso fallece, y dependiendo de sus condiciones de detención, el privado o privada de liberta, pueden salir al funeral, o si no es posible, entonces que se pida permiso para el ingreso del féretro por unas horas al recinto carcelario.

Sin embargo, en este caso en la cárcel de Santa Marta, alias ‘Numar’ no tenía familiares.

Por tanto, no tendrían por qué haber ingresado el ataúd.

Antes, una vez abatido, miembros de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, habían despedido con varios tiros al aire a su «compañero».

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