Un 13 de noviembre hace 36 años, una cruz de una iglesia alertaba, no se veía nada más desde un sobrevuelo, la tragedia: Armero arrasado por el Nevado del Ruiz, que estos últimos ha registrado nuevamente expulsión de ceniza.
Noticias Colombia.
Omaira Sánchez le dio rostro a una de las tragedias naturales más graves que ha sufrido Colombia, un municipio entero arrasado un 13 de noviembre de 1985, un año después de que el Nevado del Ruiz empezara a registrar sístima y epxulsión de ceniza, pero que se calificó como una actividad «de no riesgo», 12 meses después, arrasó con Armero.
Ese día hace 36 años, sobresalía un pedazo de la cruz de la iglesia, no había casas, nada, todo sepultado una tragedia que marcó al país.
La erupción del volcán Nevado del Ruiz fue sorpresiva, aunque después se conociera que hubo alertas que no fueron atendidas.
25 mil personas murieron, cientos más quedaron sin nada.
La niña símbolo
Omaira Sánchez Garzón tenía 13 años de edad cuando murió, tres días después de la avalancha.
En 2015 Red Más Noticias logró hablar con uno de los principales rescatistas, y quien acompañó a la jovencita durante los tres días de agonía que vivió.
La lenta muerte de menor marcó al país y al mundo, ella duró horas enterrada en lodo, atrapada entre láminas de zinc, no pudieron rescatarla ni los más arriesgados socorristas.
Jalarla de los brazos, quitar las láminas, correr escombros; todo era un riesgo, cualquier mal movimiento implicaba herirla.
«Murió convertida en símbolo de la tragedia, que quedó atrapada en los restos de su propia casa. La recuerdo porque las dos estábamos en el mismo curso de danzas; era una niña demasiado delicada, linda, cordial, amigable, muy inteligente”, le contó una sobreviviente a El Tiempo.
En casa de Omaira hoy «quedan un gran árbol y arbustos alrededor, al lado de un camino de herradura de lo que fue una de las calles»
Los niños perdidos
Muchas familias quedaron separadas, por la muerte y la desaparición.
Cientos de niños terminaron separados de sus padres durante el proceso de atención a las víctimas, al no tener documentos sus nombres fueron anotados en listas pero sin la certeza de si así se llamaban, incluso había bebés.
Por ejemplo, la Fundación Armero trabaja desde el año 2012 en la búsqueda de esos niños y bebés desaparecidos.
El ICBF le respondió hace unos a la Fundación Armando Armero que «no cuenta con información sobre los protocolos utilizados por el instituto, ni con las actuaciones desarrolladas para el rescate, tenencia, protección y entrega de los niños que salieron vivos después de la avalancha».
Cada 13 de noviembre en Armero, realizan actos conmemorativos.
25 mil personas murieron, cientos más quedaron sin nada.
Este día cientos de personas acuden a la tumba de la niña de la familia Sánchez, aunque todo el año llegan visitas.
«Esta población de Armero Tolima, tenía 56 mil habitantes, en este momento, Armero no existe. Lo único que se salvó fue el cementerio», dijo uno de los periodistas con dolor.
Se veía en el canal institucional de la época a los pocos periodistas que llegaron este 14 de noviembre a la zona de tragedia, con cara de dolor, angustia, tristeza.
— La Paz, Dijo Colombianito.🕊 🇨🇴 🐝 (@LaPazColombiani) November 13, 2021
La búsqueda de niños desaparecidos y sacados de la zona, se ha extendido estas casi cuatro decádas.
