La caminata a 'El Fin del Mundo' empieza a orillas del río Dantayaco, la puerta de entrada a un camino de herradura en medio de una selva húmeda.
La caminata a 'El Fin del Mundo' empieza a orillas del río Dantayaco, la puerta de entrada a un camino de herradura en medio de una selva húmeda.

La caminata a ‘El Fin del Mundo’ empieza a orillas del río Dantayaco, la puerta de entrada a un camino de herradura en medio de una selva húmeda.

Noticias Putumayo

Colombia es un territorio diverso y fascinante, lleno de lugares con un potencial turístico que ofrecen experiencias inolvidables a visitantes nacionales e internacionales y que cuentan con características distintas, recursos naturales, culturales e históricos.

Por eso, la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo, Anato promueve cuatro destinos imperdibles para vacacionar en este 2024 dentro del país.

Y es que dentro de estos destinos hay un paraíso oculto que últimamente toma fuerza para impulsar el turismo.

Se trata de las cascadas del Fin del Mundo Mocoa; una majestuosa caída de agua que se esconde en medio de la selva amazónica.

Es perfecta para conectarse con la naturaleza, escuchar a las aves y las fuentes de agua que se hallan entre las montañas.

Los caminos son construidos con madera de árboles secos, cuidan los que están en buen estado para los nidos de los pajaritos.

La cacería está totalmente prohibida, precisamente porque se ha convertido en un territorio de paz para respirar oxígeno puro, ver aguas cristalinas y bosque.

Para llegar hasta ese punto hay que recorrer seis kilómetros en carro, desde el casco urbano de Mocoa -por la vía que conduce a Villagarzón- hasta la vereda San José del Pepino.

Caminata a El Fin del Mundo

 La caminata empieza a orillas del río Dantayaco, la puerta de entrada a un camino de herradura en medio de una selva húmeda atestada de helechos y árboles de guamo, cedro, perillo y otras especies.

El recorrido, tiene una duración de entre una y dos horas.

La primera parada es el puesto de control, donde Jesús y los vigías reciben a los viajeros, les cobran la entrad y se reduce a para quienes duermen en hospedajes dentro de la reserva- y les dan una charla sobre la historia del lugar y las precauciones del camino.

Media hora después de empezar la caminata, el agua empieza a verse. El pozo negro aparece con su trampolín natural de seis metros de altura, y desde entonces no se pierde el sonido de la corriente.

A pocos minutos aparece El Encanto, una cascada de tres caídas que forma un lago, justo al frente de un restaurante que los pobladores armaron en el interior de una cueva.

En el último tramo del recorrido se atraviesa un puente formado por la roca, que permite cruzar la quebrada para llegar a la última caída.

El llamado de las autoridades locales, es a conocer una de estas maravillas que ha recibido a miles de turistas nacionales, pero también extranjeros

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