Conozca en qué terminó el caso que desató furor en el sur del país en medio de la Semana Santa.

Noticias Nariño

De milagro a mentira, así terminó la historia que desató furor anoche en Nariño, por cuenta de la “resurrección” de un agricultor en el corregimiento de Llorente, en Tumaco.

El hecho tenía todos los ingredientes para ser un milagro.

Desde el testimonio de sus familiares hasta la versión de quienes vieron con sus propios ojos trasladar el cuerpo desde el cementerio al hospital.

Todo se desató cuando a las afueras del centro de salud de ese corregimiento se aglomeraron decenas y decenas de curiosos.

La versión, que era la misma, corrió con tanta fuerza que rompió las barreras de la realidad: un hombre había sido trasladado allí luego de haber “resucitado”.

La misma señalaba que cuando una mujer visitaba a su esposo nueve días de haber sido sepultado, se dio cuenta que estaba vivo.

LA VERDADERA HISTORIA

TUBARCO habló con uno de los allegados a la familia en Llorente quien contó lo que realmente sucedió.

“Todo fue una mentira con un origen bonito: el deseo de una familia por tener de nuevo entre sus brazos a su ser querido”, apuntó.

El hombre, que pidió reserva de su identidad para no tener problemas con esta familia, señaló que todo empezó con el fallecimiento de Samuel Segundo Pantoja, de 50 años.

“A él lo enterraron hace nueve días luego  que una enfermedad renal lo matará. Lo trajeron desde Ipiales y lo enterraron aquí en Llorente”, dijo.

Indicó que desde ese entonces, su esposa e hijo, empezaron a sentir un llamado.

“Ellos tuvieron sueños en el que decía que iba a resucitar”, subrayó.

Esa fue la razón por la que la mujer decidió ir al cementerio a sacarlo.

“Ella se imaginó que estaba vivo porque en la noche anterior les dijo eso, entonces lo llevaron al hospital”, subrayó.

Precisamente fue en el centro asistencial donde se cayó la historia hasta ese momento épica.

Tras los procedimientos médicos, se reconfirmó el deceso del agricultor, de quien se confirmó vivía en la vereda de Inda Zabaleta y era oriundo de Samaniego.

El hombre pidió no juzgar a la familia por lo sucedido.

“Ellos nunca le hicieron nada a nadie. Vivieron su sueño y ahora viven la cruda realidad”, anotó.

Agregó además que para mañana se tiene previsto el sepelio, por segunda vez, de este labriego nariñense.

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