calibrador busetas Cali

«La 426 a 4 minutos, la 530 a 10», así se escucha al calibrador, que se ubica en algunos puntos de Cali y con planilla en mano controlan la frecuencia de las busetas.

Noticias Cali.

Antes eran muchos más, pero dado que varias rutas salieron de circulación para ser reemplazadas por el MIO, hoy día solo en algunos puntos se mantiene el oficio del calibrador en Cali, un trabajo informal que paga poco pero se mantiene.

Hombres y mujeres salen a las, a algunos puntos por donde pasan las busetas del servicio tradicional y ahí, en busca de unas cuantas monedas, van informando  la frecuencia del tiempo a los conductores.

Para muchos, un dato clave, les permite moverse al ritmo de la competencia con quienes van adelante suyo.

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En Santiago de Cali las empresas de buses urbanos han pasado un poco a la historia, con la llegada del Sistema Masivo de Occidente, MIO, cientos de estos vehículos salieron de circulación.

Miles de pasajeros migraron a los buses azules y alimentadores verdes. y más recientemente, al transporte por plataformas digitales o los llamados ‘piratas’.

Muchos pasajeros están volviendo a las busetas, esto debido a las fallas constantes del sistema masivo.

Tiempos

En la memoria de muchos sigue rutas como el Blanco y Negro, verde plateada, Amarillo Crema que fueron protagonistas de muchas historias en los años 60 y 70 de Cali, y con las que nacieron los llamados ‘calibradores’.

Un oficio que ha acompañado esas busetas para informarle a los conductores, el tiempo exacto de la distancia o frecuencia a la que están una ruta de otra.

Hoy, se les conoce como calibradores; también a quienes con un palo le pegan a las llantas, pero a quienes dan los tiempos, antes también se les conocía como planilladores.

Hoy día, las busetas tienen a quienes les dicen tiempo entre una buseta y otra, y algunas empresas mantienen a sus propios planilladores, que son, quienes llevan el registro del paso de la buseta por la ruta, y las vueltas que hace.

Ese, si es un reporte para la empresa.

En el caso de los que gritan los tiempos, es un trabajo informal que se mantiene activo en la ciudad de Cali.

Puntos estratégicos como barrio Los Cámbulos, Torre de Cali , Terminal y Comfenalco  cuentan con personas que todos los días y desde las 5 de la mañana, están con planilla en mano, para indicar el tiempo de recorridos.

Moneda va, monda viene, 500 pesos o menos por esa labor  y que para muchos es la única opción de conseguir el sustento diario.

Cómo funciona

En la planilla, o en cuadernos, se debe plasmar el número de la placa del vehiculo y el tiempo en el que pasó por ese punto de calibre, así que el reloj en mano es vital.

Siguiendo con la labor, el trabajador informal puede hacer una interlocución con otro compañero de otro punto para saber a qué horas va a pasar un vehículo al otro extremo de la ciudad, si tiene esa misma ruta.

Para este servicio, el conductor del bus voluntariamente puede dar la moneda que desee, o simplemente seguir derecho.

Calibradores Ejemplares

Recorriendo las calles de Cali, en Los Cámbulos, Jackeline Soto lleva 5 años en este oficio, vive en el barrio Poblado II y toma el tiempo de busetas de la empresa Montebello, VillaNueva, Ermita entre otras.

Al terminar jornada a eso de las 5 de la tarde, se puede llevar a casa un monto de 50.000 pesos, el «día más bueno».

«Trabajo no hay, y a mi me ayuda mucho estar aquí, mi esposo lleva 14 años en este oficio y fue quien me vinculó», expresa Jackeline.

En otro punto de la ciudad sobre la Calle 70 entre Carreras 8 y 11, se encuentra Rafael Bermúdez, hace 17 años le da los tiempos a las busetas.

Cuenta que los buses de la época cuando empezó hoy ya no transitan por la Simon Bolívar, daban 1000 y hasta 2000 pesos por cada tiempo informado.  Rafico, como muchos le dicen de cariño, cumple horario de oficina llega a las 8 en punto de la mañana y se va a las 5 de la tarde.

Ahora solo depende de los taxis y particulares que le dan monedas de 200 o 500 pesos.

Trabajo Informal

La oportunidad de empleo es informal, no le rinden cuentas a nadie trabajan totalmente  independiente  para pagar seguridad social, gastos de la casa , transporte y demás lo rebuscan día a día en las calles de Cali

Un trabajo  contra reloj y en el que la paciencia y la tolerancia debe primar, «el estrés de la calle es muy complicado», dicen.

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