Noticias Nariño.
Hay varias comunidades confinadas por cuenta de los combates entre grupos al margen de la ley que se disputan el territorio. Requieren ayudas para atender a desplazados.
Cada vez es más crítica la situación que se registra en la costa de Nariño, por cuenta de los combates entre ilegales, que ya dejan más de 4.000 desplazados.
La situación más preocupante se registra en el municipio de El Charco, en donde los enfrentamientos obligaron la comunidad de cuatro veredas a dejar sus hogares.
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De acuerdo con el alcalde Víctor Candelo, cada vez se han vuelto más constantes combates entre estos grupos al margen de la ley que se disputan el territorio.
Asegura que la comunidad afectada proviene de las veredas Santa Catalina, las Mercedes, el Cuil y Matapal.
“No sabemos qué va a pasar con las veredas cercanas, porque otra cantidad de personas quedaron en medio del territorio”, expresó el mandatario, tras argumentar que esta situación ya completa una semana.
Por otro lado, dio a conocer que se registran serias dificultades para salir de las poblaciones debido a las precarias vías de comunicación; lo cual ha conllevado a que se ubiquen en veredas cercanas.
Así mismo, indicó que las Familias necesitando colchonetas, frazadas, kits de aseo y alimentos para superar esta crisis.
“Se necesita el aporte de organizaciones como Médicos sin Fronteras y Médicos del Mundo, para llegar hasta la zona para atender la situación”, concluyó el alcalde de El Charco.
Crisis en otros municipios
Entre tanto, en municipios como La Tola, Mosquera, Olaya Herrera, Magüí Payán y Roberto Payán se ha registrado una situación similar por cuenta de los crudos combates.
La situación ha provocado que ante la falta de escenarios, autoridades improvisen albergues, con el fin de atender a los cientos de desplazados, entre quienes figuran niños y niñas.
En La Tola, más de 600 personas abandonaron sus viviendas ubicadas en las veredas San Pablo del Mar y El Pueblito.
En el municipio de Olaya Herrera se registra una situación similar porque 382 familias se encuentran en Bocas de Satinga, luego de haber dejado sus pertenencias en las veredas Bocas de Barro, San Antonio y Palmita de Coco.
Mientras que Magüí Payán y Roberto Payán, localizados unas 100 familias también llegaron hasta los cascos urbanos en busca de protección y ayuda.